Thursday, January 4, 2018

TARSICIO NAVARRO: UN VIRTUOSISMO EN POESÍA (Por Teodoro J. Morales)


TARSICIO NAVARRO: UN VIRTUOSISMO 

EN POESÍA

Por Teodoro J. Morales



No siempre se encuentra un libro, que encante.  Se cree que todo está dicho, que no hay nada nuevo que pueda sorprender; pero, no es cierto; siempre asoma algo con nueva genialidad en la expresión, eso sucede con “Ayuntamientos” (1), libro de poesía de Tarsicio Navarro (2).
Leo el libro y me encuentro frente a un virtuosismo en la expresión. Encuentro un lenguaje enriquecido con expresiones del mundo andino y el mundo selvático, así como conocimiento que entrega la mitología universal; y uno se encuentra ante un lenguaje enriquecido, fruto de un manejo admirable de recursos inimaginados que entrega la cultura universal, el poeta abre puertas que estaban aherrojadas y consigue dar ingreso a la poesía una expresión que no está reñida con nada, y enriquece la expresión- en poesía. Dice: (“Si el orgasmo y la eyaculación pudieran hablar/ sus palabras serían como este brocárdico:/ “Somos el mejor invento de Dios, eje de su pensamiento/ somos lámpara de los enamorados, vórtice sicalíptico,/ placer del género humano y de paso funcionamos como un submarino”.- Fogosundia”).
Tarsicio Navarro, con su poesía, saca de la modorra y sueño a cualquiera. Es, un encantador de la palabra, y un malabarista de la expresión. Gregorio Martínez, refiriéndose a “Ayuntamientos”, dice: “He aquí un libro singularísimo escrito por más razones místicas que por inclinaciones eróticas”.
Para empezar, es necesario conocer un poco de lo que es Tarsicio Navarro; de seguro, pocos escucharon hablar de su literatura, y de su persona. No digo que recién asome al trabajo literario, quizá se pueda decir que no nació con la suerte que tiene la ruda. En mi caso lo conocí allá por la década del setenta, en momentos que asomaba en el Perú uno de los momentos más importantes y representativos de la realización cultural.
Gregorio Martínez, refiriéndose a Tarsicio, dice “Trabaja en construcción civil como operario de encofrados, pero por vocación es autodidacta y un andarín siempre con rumbo sur. Al conocerlo resulta una sorpresa encontrarse frente a alguien que posee facultades extrasensoriales siendo por tanto un discreto paragnosta y como tal se sabe de memoria el diccionario“, dice más, es un  “Asiduo lector de enciclopedias ha logrado acumular una vasta información sobre historia universal, filosofía, religión y mitología helénica”. Esa información es valiosa e importante, porque nos permite conocer al poeta en el nivel cultural del que es dueño, eso, ayuda en mucho para desentrañar hondos misterios que viven en lo que escribe.
Jorge Espinoza Sánchez refiriéndose a “Ayuntamientos”, dice “es un libro insólito que recrea la sensualidad” (…) “Este autor silencioso y parco, es un caso sui generis en las letras peruanas. Sin parentesco con nadie, su lenguaje coprolálico de extrañas alegorías y desaforadas imágenes oníricas, nos conduce a un espacio de registros históricos diestramente engarzados en nuestra realidad cotidiana con una poderosa imaginación y alucinante registro lírico”.
“Ayuntamientos”, recoge treinta y uno poemas de Tarsicio Navarro. Es un libro de poesía sorprendente, escrito con mucha versatilidad. El tema aparentemente es de recreación sexual animal, pero, si se lee sin prejuicios, uno se encuentra con una propuesta expresiva que va más allá de una expresión que se regodee con  la realización de un instinto animal, la real intención es dignificar la realización humana. En ese sentido, puedo decir: ese encantamiento de la palabra, que transfigura la expresión, permite al poeta, hacer hablar a aquello que aparentemente no dice nada, pero que dice mucho.
El poeta en “Burra y Jumento”, dice: (“viene al mundo preparado para toda maquindra/ desde que fue recompensado por Dios al llevar/ a cabo con éxito La huida a Egipto estando engualdrapado/ y de allí en adelante cada vez que el borrico a punta de rebuznos/ se entornilla con su hembra presa de singultos voluptuosos/ Dios hecho un nefelibata le clava la mirada y murmura:/ “Hijo de mi corazón, no necesitas de fatamorganas/ ni de venir al cielo para gozar de la vida mejor que Nelson Rockefeller”).
El poeta, demuestra destreza en el uso del lenguaje, tiene conocimiento profundo del significado de las palabras al consuno de los hechos vivenciales que tiene como experiencia personal, eso, le permite darse el lujo de ese malabarismo preciosista y prodigioso de escritura, tanto que, se pasea por donde quiere con excelente resultado. Dice: (“a causa de la desbocada arrechura que se apodera de sus cuerpos/ y cualquiera de ellos, venado o venadozna,/ que en pleno chichamis supiera/ inspirarse obedeciendo a la moriondez/ debe hablar con una mezcla de  atrición y jactancia que la mujer/ que desea ardientemente copular con  vecinos o amigos/ de su esposo está demostrando sin requilorios/ que convertir al hombre en un venado satisfecho de su cornamenta/ viene a ser su ley suprema con tal que el venado/ pueda ser visto como un grande y glorioso héroe universal,/ inmortal como el cielo y el viento, evitando lo vitando”.- Venado y Venadozna”).
El título del libro, lo dice todo. Toma a los animales y los convierte en los actores de esa aventura de vida.
En cada texto, el poeta, desarrolla razonamientos sesudos. El poeta es un gran observador de lo que la naturaleza pone a sus ojos, y un  gran estudioso que  asimila con ingenio el conocimiento que entregan los libros, y con todo ese  bagaje construye su reino de  expresión. En “Barrabas y Leporina”, dice: (“Barrabás seráficamente siempre decía:/ “Para unos el amor es un castigo/ Para otros se presenta como una bendición./ Gracias por tu heroísmo Jesús/ Soy el único lépero que te llena de halagos./ De no ser yo un zascandil tu doctrina/ Me hubiera despertado santos pensamientos”./ Y Leporina codiciaba Salir/ En busca de Cristo cada vez que Barrabás hablaba así”).
En cada poema, diría que hay una intención non santa, una fina ironía con la que zahiere, y sacude conciencias. En conclusión puedo decir: hay un derroche  cultista, en la expresión poética de Tarsicio Navarro; aun cuando él diga, “Soy un escritor con vocación de ser ultramarginal, y así lo seré hasta el fin de mis días”.



NOTAS:

(1).- “Ayuntamientos” de Tarsicio Navarro. Fondo Editorial Cultura Peruana, diciembre 2015, 61 pp. Diseño y diagramación: Ausberto Median Rodríguez. Preámbulo: Gregorio Martínez. Formato: 17  x 24 cm.

(2).- Tarsicio Navarro,- nació en Santiago de Luren (Ica) en 1950. En 1982 publicó “El inmortal buitre del Amor” reeditado en el 2004. Tiene inédito el libro de cuentos “Caruso viene a las diez”.

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