TARSICIO NAVARRO: UN VIRTUOSISMO
EN POESÍA
Por
Teodoro J. Morales
No siempre se
encuentra un libro, que encante. Se cree
que todo está dicho, que no hay nada nuevo que pueda sorprender; pero, no es
cierto; siempre asoma algo con nueva genialidad en la expresión, eso sucede con
“Ayuntamientos” (1), libro de poesía
de Tarsicio Navarro (2).
Leo
el libro y me encuentro frente a un virtuosismo en la expresión. Encuentro un
lenguaje enriquecido con expresiones del mundo andino y el mundo selvático, así
como conocimiento que entrega la mitología universal; y uno se encuentra ante
un lenguaje enriquecido, fruto de un manejo admirable de recursos inimaginados
que entrega la cultura universal, el poeta abre puertas que estaban aherrojadas
y consigue dar ingreso a la poesía una expresión que no está reñida con nada, y
enriquece la expresión- en poesía. Dice: (“Si
el orgasmo y la eyaculación pudieran hablar/ sus palabras serían como este brocárdico:/ “Somos el mejor invento de Dios, eje de su pensamiento/ somos lámpara de los enamorados, vórtice
sicalíptico,/ placer del género
humano y de paso funcionamos como un submarino”.- Fogosundia”).
Tarsicio
Navarro, con su poesía, saca de la modorra y sueño a cualquiera. Es, un
encantador de la palabra, y un malabarista de la expresión. Gregorio Martínez,
refiriéndose a “Ayuntamientos”,
dice: “He aquí un libro singularísimo
escrito por más razones místicas que por inclinaciones eróticas”.
Para
empezar, es necesario conocer un poco de lo que es Tarsicio Navarro; de seguro,
pocos escucharon hablar de su literatura, y de su persona. No digo que recién
asome al trabajo literario, quizá se pueda decir que no nació con la suerte que
tiene la ruda. En mi caso lo conocí allá
por la década del setenta, en momentos que asomaba en el Perú uno de los
momentos más importantes y representativos de la realización cultural.
Gregorio
Martínez, refiriéndose a Tarsicio, dice “Trabaja en construcción civil como
operario de encofrados, pero por vocación es
autodidacta y un andarín siempre con rumbo sur. Al conocerlo resulta una
sorpresa encontrarse frente a alguien que posee
facultades extrasensoriales siendo por tanto un discreto paragnosta y como tal
se sabe de memoria el diccionario“, dice más, es un “Asiduo
lector de enciclopedias ha logrado acumular una vasta información sobre
historia universal, filosofía, religión y mitología helénica”. Esa
información es valiosa e importante, porque nos permite conocer al poeta en el
nivel cultural del que es dueño, eso, ayuda en mucho para desentrañar hondos
misterios que viven en lo que escribe.
Jorge
Espinoza Sánchez refiriéndose a “Ayuntamientos”,
dice “es un libro insólito que recrea la
sensualidad” (…) “Este autor silencioso y parco, es un caso sui generis en las
letras peruanas. Sin parentesco con nadie, su lenguaje coprolálico de extrañas
alegorías y desaforadas imágenes oníricas, nos conduce a un espacio de
registros históricos diestramente engarzados en nuestra realidad cotidiana con
una poderosa imaginación y alucinante registro lírico”.
“Ayuntamientos”,
recoge treinta y uno poemas de Tarsicio Navarro. Es un libro de poesía
sorprendente, escrito con mucha versatilidad. El tema aparentemente es de
recreación sexual animal, pero, si se lee sin prejuicios, uno se encuentra con
una propuesta expresiva que va más allá de una expresión que se regodee
con la realización de un instinto animal,
la real intención es dignificar la realización humana. En ese sentido, puedo
decir: ese encantamiento de la palabra, que transfigura la expresión, permite
al poeta, hacer hablar a aquello que aparentemente no dice nada, pero que dice
mucho.
El
poeta en “Burra y Jumento”, dice: (“viene al mundo preparado para toda
maquindra/ desde que fue recompensado
por Dios al llevar/ a cabo con éxito
La huida a Egipto estando engualdrapado/ y de allí en adelante cada vez que el borrico a punta de rebuznos/ se entornilla con su hembra presa de singultos
voluptuosos/ Dios hecho un
nefelibata le clava la mirada y murmura:/ “Hijo de mi corazón, no necesitas de fatamorganas/ ni de venir al cielo para gozar de la vida
mejor que Nelson Rockefeller”).
El
poeta, demuestra destreza en el uso del lenguaje, tiene conocimiento profundo
del significado de las palabras al consuno de los hechos vivenciales que tiene
como experiencia personal, eso, le permite darse el lujo de ese malabarismo
preciosista y prodigioso de escritura, tanto que, se pasea por donde quiere con
excelente resultado. Dice: (“a causa de
la desbocada arrechura que se apodera de sus cuerpos/ y cualquiera de ellos, venado o venadozna,/ que en pleno chichamis supiera/ inspirarse obedeciendo a la moriondez/ debe hablar con una mezcla de
atrición y jactancia que la mujer/ que desea ardientemente copular con
vecinos o amigos/ de su
esposo está demostrando sin requilorios/ que convertir al hombre en un venado
satisfecho de su cornamenta/ viene a ser su ley suprema con tal que el
venado/ pueda ser visto como un grande y
glorioso héroe universal,/ inmortal
como el cielo y el viento, evitando lo vitando”.- Venado y Venadozna”).
El
título del libro, lo dice todo. Toma a los animales y los convierte en los
actores de esa aventura de vida.
En
cada texto, el poeta, desarrolla razonamientos sesudos. El poeta es un gran
observador de lo que la naturaleza pone a sus ojos, y un gran estudioso que asimila con ingenio el conocimiento que
entregan los libros, y con todo ese
bagaje construye su reino de
expresión. En “Barrabas y
Leporina”, dice: (“Barrabás seráficamente
siempre decía:/ “Para unos el amor
es un castigo/ Para otros se
presenta como una bendición./ Gracias
por tu heroísmo Jesús/ Soy el único
lépero que te llena de halagos./ De no
ser yo un zascandil tu doctrina/ Me
hubiera despertado santos pensamientos”./ Y Leporina codiciaba Salir/ En
busca de Cristo cada vez que Barrabás hablaba así”).
En
cada poema, diría que hay una intención non santa, una fina ironía con la que
zahiere, y sacude conciencias. En conclusión puedo decir: hay un derroche cultista, en la expresión poética de Tarsicio
Navarro; aun cuando él diga, “Soy un escritor con vocación de ser ultramarginal,
y así lo seré hasta el fin de mis días”.
NOTAS:
(1).- “Ayuntamientos” de
Tarsicio Navarro. Fondo Editorial Cultura Peruana, diciembre 2015, 61 pp.
Diseño y diagramación: Ausberto Median Rodríguez. Preámbulo: Gregorio Martínez.
Formato: 17 x 24 cm.
(2).- Tarsicio Navarro,-
nació en Santiago de Luren (Ica) en 1950. En 1982 publicó “El inmortal buitre del Amor” reeditado en el 2004. Tiene inédito el
libro de cuentos “Caruso viene a las
diez”.
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