Tuesday, January 16, 2018

GERARDO GARCÍA ROSALES: EN EL UMBRAL DE LA HISTORIA DEL HOMBRE XAUXA (Por Teodoro J. Morales)


GERARDO GARCÍA ROSALES: EN EL UMBRAL DE LA HISTORIA DEL HOMBRE XAUXA

Por Teodoro J. Morales




La poesía no está reñida con la historia, ni con ninguna rama del conocimiento, ni con ningún  hecho de vida. La poesía,  es sabiduría que habla de todo lo que es expresión de vida donde la belleza asoma como luz. Es la belleza de la vida misma; la quintaesencia, de lo que se vive y  muere. Es la historia del amor en el tiempo, (su sufrimiento, sus alegrías, su palabra hecha carne). Eso, pocos lo alcanzan a comprender; y se pierden inventando esquemas diz que de una construcción dentro de técnicas de una expresión moderna.
En la Región Junín (Perú) tenemos toda una rica realidad de expresión cultural; en ella, asoma: “Aquel Hombre Xauxa” (1) de Gerardo García Rosales (2).
Gerardo, es poeta y narrador, tiene la virtud de escribir para niños y adultos; él, confiesa que su incursión en la literatura “se produjo en la niñez, escuchando aquellos relatos de su tierra que le fueron despertando el amor por las historias”; y que, en Puno “en medio de ichus, huallatas y mirando su hermoso lago” donde “decide hacerse escritor”   (…) “Soy andino por nacimiento y ancestros. En mi se conjugan tres vertientes: la colla, wari y la xauxa”. En 1962, junto a Omar Aramayo, José Luis Ayala, Percy Zaga, Gloria Mendoza fundan la Promoción Intelectual Carlos Oquendo de Amat. Gloria, rememorando ese momento, dice “ni nosotros sospechábamos que era el inicio de una larga historia personal, porque cada uno de los oquendianos tiene obra continua hasta hoy”.
En la década del setenta ya se hablaba de Gerardo García Rosales, con motivo del “Primer Congreso Nacional de Escritores Jóvenes del Perú” (24 a 26 de abril de 1970), pero, lo conocí personalmente en 1971 al visitar Jauja para invitar a los poetas de esa ciudad al “Primer Festival Regional de Poesía” que se organizó en Tarma, de entonces a la fecha, hemos cultivado una amistad y participado en muchos eventos culturales.
Gerardo García Rosales, en “Aquel Hombre Xauxa”, ingresa a una temática que creíamos era ajena a este poeta. En el encuentro aquel mundo maravilloso del que venimos y del que somos  parte, la raíz telúrica. Esta faceta (para mi) es la más importante, de todo lo que tiene publicado. Lo conocía como exponente de una expresión lírica, sus libros lo presentan en esa dimensión.
Este libro, es expresión de una madurez en su expresión. Es la verdad del hombre sin disfraz, sin maquillaje. En él está el verdadero rostro de “este nuestro Perú que existe a trozos, región a región, como lo indica Juan José Vega.
El poeta se hace tiempo, se transfigura, y desde el umbral de aquello, dice: (“hablo de lo mío y de lo que le toca mi memoria/ a la distancia;/ y miro/ y contemplo estático/ y llevo conmovido de fuerzas internas,/ y transmito presuroso/ y desgrano maíces transparentes para mi descendencia,/ hago balance de sueño tal y sueño cual,/ de vivencias que siguen espejeando en campo grandioso”. No son sueños oníricos nacidos del ocio, es la vida revisando lo que le toco realizar al hombre xauxa como actor (“Porque todos hicieron todo, y esto es nuestro,/  y nos pertenecepor igual a todos,/ porque nada fue logrado por una sola inteligencia;/ yo hablo de los míos, que también aportaron/ como muchos otros/ y que ahora son cosas esplendorosamente vividas/ con demasiada algarabía/ por hombres de otros tiempos, ciertamente”.
Aquel Hombre Xauxa”, no es esa historia que se conoce, ni aquella escrita por cronistas. Es un canto épico de una realización social a través del tiempo, esencia de vida, su mística, eso que le da personalidad y que es su identidad, dice: (“los XAUXAS hacían la guerra/ a la paz,/ como pasatiempo,/ como un dictado irrenunciable de sangre”. --- “Hacían el amor sobre los verdes campos bebiendo azúa,/ en sus santuarios resembraban la mirada de sus ancestros,/ enrojecían y templaban su voluntad terrible en el fuego/ diario/ para iluminar y protegerse en noches torrentosas/ de los fríos inviernos”.
Habla del hombre xauxa, de su sabiduría de vida, dice (“conocía el peso, la forma, / el movimiento preciso y exacto de la tierra/ que se movía a sus pies;/ todo ello lo hacía coincidir con las  leyes del espacio,/ de los genes, de los pequeños corpúsculos/ y su diminuta presencia;/ entonces, un grano de arena le significaba/ la magnificencia de mundos más compicados”. --- “Descifraba los abismos que caminan el cielo, avizoraba/ sus columnas de hielo infinito/ y encendiendo su jolgorio danzaba/ frenético la fiesta del agua en la zona altina/ del valle,/ advenimiento del color, del sonido y de la fragancia/ interminables”.
David Motta Pérez, en su lectura consiguió ingresar a hondos linderos de la expresión de este libro, eso le permite decir: “La poesía al fin penetró con paso firme en el proceso histórico peruano a partir del mismo nativo; de ese hombre que todavía no nos ha contado su versión…”(…) “nos hemos  acostumbrado a rescatar las virtudes del agresor y a esconder sus abusos”.
Gerardo García Rosales, tiene toda una vida en la creatividad literaria, nació para ello; pero, es con “Aquel Hombre Xauxa” con el que ingresa a un universo donde la historia habla de una experiencia de vida, abordando “en su creatividad, la historia de esta tierra que significó un hito en el proceso cultural del Perú”, y al hacerlo sale de esos linderos en los que “La poesía jaujina (se encerró) más bien se entretuvo en cantar a la belleza de su paisaje y a sus costumbres nativas”; al romper esos cercos, “dimensiona el mundo cultural de Jauja tomando la historia como escenario, para perfilar el comportamiento del hombre actual, filósofo de la tierra, forjador del tiempo”.
No es esa historia interesada que sembró el español en la versión que vendió; es la historia misma, la verdadera, la que nos habla de la grandeza de un ´pueblo que salvó la vida del mundo occidental, del hombre colonial y también de la tuberculosis republicana”.
Juan José Vega, dice que Gerardo en este libro “alcanza un estilo en cierta forma nuevo” con el que “Canta los orígenes del pueblo Xauxa con acentos líricos que se transforman, según el relato, en episodios épicos”; y para David Motta, este libro “es la flor de botón de jinllo (kantuta) que nos brindara sus frutos”.
No hay que ser poeta, para ser heredero de lo que Gerardo Garcia Rosales, ha creado; y esto, no es patrimonio, de solo los que nacieron en Jauja; desde que se publicó el libro, es patrimonio de todos los que encuentran su raíz en la savia de esa verdad que da la tierra donde se nace y se vive.
El poeta dice a Baltazar Canchaya, sabio y antiguo cacique del reino Xauxa (“Es cierto Baltazar, es cierto,/ éste hombre somos todos, en el infierno/ o el paraíso;/ el más flexible/ y el menos indolente,/ el que cantando va y detiene  los ríos,/ el poderoso/ y el ignorado;/ el que maneja y conduce el arado por la tierra/ blanca,/ el que levanta su hogar de lumbre/ y escribe en sus paredes de arcilla” (…) “No nos importa los muertos que vivieron/ forjando la herrumbre,/ ellos siguen su propio destino de olvido;/ más nuestros muertos que conocieron la pureza,/ la corpórea luz andante del hombre,/ ellos permanecen en sus formas de agua viva”.
Gerardo García Rosales, en este libro, habla de Jauja, y refiriéndose al mismo, dice “tiene la misma edad, el tiempo primerizo de tu gestación, los momentos de alegría al saber que estabas próximo a llegar y contemplar la primera luz de la vida”. Aquí, la honda sabiduría de vida de los xauxas que heredo a través del tiempo. Para Antonio Camborda, Gerardo, “es uno de los más lúcidos intelectuales jaujino vivo”, y en verdad, lo es.



NOTAS:

(1).- “Aquel Hombre Xauxa” de gerardo garcíarosales. Lluvia Editores, 1996, 56 pp. Se terminó de imprimir en el mes de junio de 1996. Foto de cubierta: Laguna de Paca (Jauja) Julio Romero Bravo. Contracubierta: Restos Arqueológicos del templo de Wari Willka (Huancayo). Formato: 14.5 x 20.5 cm.


(2).- Gerardo García Rosales. (Poeta, Narrador). Nació en Jauja en 1944. Hijo de Gerardo M. García Álvarez y de María Trigidia Rosales de García. a publicado: “Puerto Olvido” (1967); “Heredad del Árbol” (1967); “En Memoria del Hogar y  la Penumbra” (1968); “Rojo de Origen” (1974); “Al pie del Monte” (1975); “El Cuervo Blanco” (1984);  “Rosamar y los Grillos” (1980); “Los Autores del Mar” (1986), “Florecimientos” (1988).

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