Thursday, March 29, 2018

MENSAJE DE JESÚS DESDE LA CRUZ - QUINTA PALABRA: TENGO SED (Por Teodoro J. Morales)




MENSAJE DE JESÚS DESDE LA CRUZ

QUINTA PALABRA:

TENGO SED

Por Teodoro J. Morales



En el Capítulo 19, versículo 28 de Juan, se lee: “Sabiendo Jesús que ya todo se había cumplido, dijo: “TENGO SED”, y con esto también se cumplió una profecía”.
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La quinta palabra, TENGO SED, encuentra una verdad mayor a aquella que muchos exponen. No es una necesidad de agua material, para aplacar una sed. Lo que expresó – Jesús- en la cruz, encierra dos sentimientos: uno físico, y otro espiritual.
Es cierto que Jesús tenía una sed de agua material; él estaba crucificado, sangraba, se encontraba en una posición incómoda; cualquier persona, en esas condiciones, lo hubiera sentido; pero, no había desesperación en él al expresarlo.. El sabía que debía de cumplirse la voluntad de su padre, así estaba escrito en las Sagradas Escrituras. En Lucas, Capitulo 9, Versículo 22, se lee: “Es necesario que el Hijo del Hombre padezca muchas cosas, y sea desechado por los ancianos, por los principales sacerdotes y por los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día”.
A ese momento, se desarrolla una de las luchas decisivas para la humanidad. El Hijo del Padre luchaba contra todas las tentaciones, y con el sufrimiento más doloroso; si hubiera flaqueado a ese momento el demonio hubiera triunfado, y no se hubiera cumplido la voluntad del Padre; y la posibilidad de salvación de la humanidad se hubiera esfumado. Cualquiera se hubiera rendido ante aquel sufrimiento y ante aquella sed como la que sintió Jesús estando en la cruz. Con  esa victoria, Jesús, hizo que seamos salvos.
Es cierto que Jesús, en las condiciones en el que se encontraba en la cruz, tenía sed de agua material, era una de las tentaciones; pero al mismo tiempo, desde esa altura de su sufrimiento, recuerda a la humanidad que hay un agua viva que posibilita la vida eterna.
TENGO SED: Esta palabra tiene relación con el agua, por lo mismo, es necesario desarrollar una reflexión sobre lo que representa aquella para la vida cristiana. Jesús, dice: “De cierto, de cierto te digo, que el que no naciera del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios”; y en un pasaje de la Biblia, se recuerda que en una ocasión Jesús le dijo a una mujer de Samaria, que se encontraba en el pozo de Sicar: “Dame de beber”; y aquella le respondió ¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mí que soy mujer samaritana?; y, es que: a ese momento, judíos y samaritanos no se  trataban. A ella, Jesús, le responde: “Si conocieras el don  de Dios, y quién es el que te dice: Dame de beber; tú le pedirías, y él te daría agua viva”; y, agrega: Cualquiera que bebiera de esta agua (se refiere al agua material) volverá a tener sed; más, el que bebiera del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que, el agua que yo te daré será en él una fuente de agua que salte para la vida eterna” (Juan: 3, 14). Aquí, está la hondura del MENSAJE de Jesús en esa quinta palabra, dicha en la cruz.
Mucho se ha escrito, sobre esta palabra; pero,  las reflexiones que se hacen no asoman al corazón del real Mensaje. Hay necesidad de recordar a Jesús cuando enseña, y dice: “De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el Reino de los Cielos (Mateo: 18, 3); y, en el Sermón de las Montañas, expresa: “Bienaventurados los de limpio corazón, por qué ellos verán a Dios”(Mateo: 5, 8). Muchos no asoman a la verdad divina, porque no tienen ese limpio corazón, y sólo en la inocencia de un niño se encuentra aquello.
En ese TENGO SED, Jesús recuerda esa sed de agua viva para la salvación eterna; sed que comprende: sed de verdad, sed de amor, sed de justicia. Ella encierra el espíritu de todos los valores que son necesarios a una existencia cristiana; necesidad de agua viva, que es sustento de ese absoluto que da derecho a la vida eterna.
En  la Biblia se nos recuerda, que: De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, más tenga vida eterna” (Juan: 3, 16). Jesús, se hizo Hombre; y como tal, supo de todas las limitaciones que cada persona sufre, de todos los sufrimientos que se experimenta.
TENGO SED: expresa uno de los momentos más difíciles que Jesús tuvo que vencer, para que se cumpliera la voluntad de  su padre. Había necesidad de agua material para la sed que sentía en esas condiciones en que se encontraba en la cruz; al mismo tiempo –Jesús- recuerda en su Mensaje que no se trataba de esa sed que se aplaca con agua de pozo o río; recuerda que hay un agua viva que posibilita la vida eterna. Jesús murió no por falta de un agua material; sino, por aquella agua viva para salvarnos.
En esta existencia, que se tiene, cada persona vive su propio calvario; todos cargan su propia cruz. Más de uno habrá repetido alguna vez esas palabras que Jesús pronunció en la cruz: TENGO SED. Todos tienen sed, pero tienen sed de esa agua material. En esta fecha, que nos recuerda uno de los momentos más significativos de la existencia del cristianismo: Hermanos, reparemos en aquella agua viva, aquella, que posibilita la vida eterna.
En mi caso: como poeta, tengo sed de esas esencias que son verdades que están en el corazón de todas las cosas; como Magistrado del Poder Judicial, tengo sed de verdad en los casos que se resuelve, para que la justicia se realice; como persona, tengo sed de aquella agua que fluye de los manantiales para aplacar la sed del cuerpo material; como cristiano, tengo sed de aquel amor que Cristo enseña, el que es energía que mueve la rueda de la historia en todas las civilizaciones, ese amor que purifica y que genera esa luz que salva; TENGO SED de esa agua viva, de ese vino y aquel pan que Jesús ofreció a sus discípulos en la última cena. Gracias, Dios mío: por haberle dado luz a mi entendimiento, para encontrar esta verdad. 
La cruz simboliza todo el sufrimiento de la humanidad, de hoy y de todos los tiempos, y la salvación de toda ella, por acción de Jesús.
Jesús, al decir: TENGO SED, quería saciar aquella sed de su corazón; la Humanidad aún no lo entiende. La sangre que derramó Jesús en la cruz, limpia de todo pecado a la humanidad. Eso, nadie debería de ignorar. He aquí el cordero de Dios, que quita el pecado del mundo (Juan: 1, 29).
Jesús, dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mi viene, nunca tendrá hambre; y el que en mi cree, no tendrá sed jamás (Juan: 6, 35). Hermanos, ese es el alimento y el agua que falta a uno, y a muchos.
Jesús, dijo: He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si algún oye mi voz y abre la puerta, entraré  a el, y cenaré con él, y él conmigo. Espero que, en esta SEMANA SANTA, todos acudan a ese llamado que Jesús hace desde la cruz, con la luz de sus palabras, y abran las puertas de sus corazones; y aquella agua viva, él, la pueda entregar a cada uno de nosotros como alimento y como agua para la vida eterna, como una bendición de Dios. Amen. 
 
NOTA. Este texto se publicó en el año 20º02 como PLAQUETA.



Wednesday, March 28, 2018

LA SEMANA SANTA EN TARMA (Por Teodoro J. Morales)



LA SEMANA SANTA EN TARMA

Escribe: Teodoro J. Morales


La ciudad de Tarma, es una ciudad eminentemente religiosa, de acendrada formación cristiana. Tiene una tradición que se remonta a época de la Colonia. ¿En que momento nació aquello? Los españoles posiblemente fundaron la ciudad de Tarma un 26 de Julio de 1538, bajo la advocación de Santa Ana, su patrona.
Luego de la Fundación de Tarma, casi de inmediato, se organizó la Evangelización de estos territorios, encomendándose a los hijos de Domingo de Guzmán la atención espiritual de los Taramas.
El P. Meléndez en sus “Tesoros Verdaderos de las Indias”, indica que en 1540 el padre Tomás de San Martín “despacho al padre FR. Pedro de Ulloa a visitar las provincias de Canta,  Bombón, Tarma, Conchucos y Huaylas hasta hacer asiento en Huánuco”.
En 1548 los Padres Pedro de Vega y Alonso Trueno, salieron para el valle de Jauja hasta arma, cinco años después, Tarma ya figura como “parroquia dependiente de Jauja con cuatro frailes” (1553).
La Semana Santa recuerda la crucifixión de Jesús. Cada pueblo cristiano, con este motivo, dio origen a tradiciones que perviven hasta nuestros días.
Es del caso recordar palabras de Antonio Machado, cuando dice “·Quienes nacimos en Sevilla sabemos que la prueba regia de nuestra sevillanidad, de nuestra autenticidad, pasa por el eje de Semana Santa” (…) “donde somos lo mejor y lo más puro que nos da  el haber nacido en esta ciudad”. Santiago Orihuela Luque, fundado en eso, postula que “Todas las estampas católicas de esta festividad son netamente sevillanas, imágenes, figuras y celebraciones”. Dice igualmente, que “actualmente la ciudad de Sevilla conmemora la Semana Santa de la misma manera como se estila aquí, conservando sus raíces primigenias, sin  que el paso de los tiempos y las corrientes culturales le hayan mermado algo”(1).
La ciudad de Tarma, es una de las pocas que ofrece en “Semana Santa”, estampas costumbristas casi propias, con un  sello muy particular. Los Arcos y Alfombras de flores naturales, es algo, que la distingue. Nadie aún, ha podido precisar cuando empieza esto. La ciudad de Tarma, tiene Arcos y Alfombras de pétalos de flores naturales, las que son confeccionadas en estas fechas, año a año, por las Comunidades Campesinas, Barrios e Instituciones. Esta tradición al parecer se remonta a 1600-1650. Inicialmente lo realizaban los siete barrios de la ciudad (Tarmatambo, Huaricolca, Ninatambo, Sanyacancha, Urahuchuc, Carhuacatac y Andamarca). En 1999, se confeccionó la alfombra de pétalos de flores más larga del mundo (3,200 m2 – ochocientos metros de largo por cuatro metros de largo), registrada en RECORD GUINES.
La ciudad de Tarma no “ha perdido el tesoro espiritual que heredara de sus progenitores, y conserva incólume el caudal de sus virtudes místicas y sociales”. Esto que pudiera calificarse de demostración de fervor religioso común a todas las regiones del Perú, tiene en Tarma algo que la distingue y diferencia de las demás: “la costumbre de cubrir con  flores naturales varias calles de la población los días de Semana Santa. Las alfombras de flores naturales que tapizan las calles por donde han de pasar las sagradas imágenes de la procesión de Semana Santa”. El  refinamiento espiritual de un pueblo se revela en estas costumbres  folklóricas de hondo arraigo. No son sólo las familias acomodadas las que participan en la ejecución de estos bellos tapices perfumados, son también los indios comuneros de los siete barrios los que contribuyen con su emoción ingenua en esta obra de arte” (…) “los dibujos de mil clases: estrellas, medias-lunas, escudos de armas, pumas, círculos y cuanta bella forma puede idear la fantasía”; donde se mezclan las flores finas y costosa de los jardines aristocráticos con las florecillas silvestres de las chacras aledañas a la ciudad” (Tarma de Ayer/Tarma de Hoy”. “La Voz de Tarma”. Nº 9553. Sábado 11 Diciembre 1948, p.1).
Las flores típicas que se usan para la confección de los Arcos, son la rima-rima (tiene dos especies: la que lleva ese nombre de color gris amarillento, y, el para para, de color rojizo), la chunchita (chuncho huayta); la mashua mashua; el taulish; el shulu shulu; el marco o artemisa; la cuturrumansa; el puchpush; la antacushma; el huarauhuay; la retama; el ogausho; la verbena; la maucapaqui; alljupña chucun; la shogompa; la gayucsa; la cortadera; la savia; todas son flores silvestres. También se utiliza el penao penao; el huichiaj; el tantar; la flor de papa; el huallpa hualklpa; el tiamaj; gagachij; el arrayan y el ayrampo.
Las flores cultivadas que se usan en la confección de las alfombras, son: el clavel, la margarita, la madreselva; la rosa de la novia, la mosqueta, la clavelina; el lirio, la dalia, el crisantemo; el ajenjo, la primavera, el geranio; la hortensia, el pompo, la godesia; pendiente de reina, la pelargonia, el aster; el cosmillo, el alhelí. Esto no limita en forma alguna el uso de otras flores. Flor es flor. Toda aquella que pueda ser utilizada de seguro que se incorporara su uso en esta costumbre que se ha hecho tradición en Tarma.
La rima-rima. Es, según la creencia popular la flor preferida del Señor. Existe una leyenda que cuenta: que, en tiempos que la memoria no ubica, un extraño mal atacó a los niños recién nacidos, que impedía el desarrollo normal de las facultades del habla de aquellos; sus madres, pidieron a Dios tuviera misericordia y se apiadara de sus hijos. El Señor compadecido, ordenó a los Huaychaos que llevaran  en sus picos granitos de rocío que recogían de las nubes, y derramarán sobre las flores de estas plantas; y que, luego bajaran a los llanos y comunicaran a las madres de esos niños que con ramitas de esta flor chicotearan suavemente los labios de sus pequeños hijos, así lo hicieron; y aquellos niños alunto comenzaron a hablar. Por eso a esa flor se le llama rima-rima (flor que hace hablar).
Existe todo un ritual, la misma que se practica hasta nuestros días; al respecto: Las madres que tienen hijos recién nacidos en el ámbito rural, toman ramitas de rima-rima con las que chicotean los labios de sus pequeños hijos, al hacerlo entonan la siguiente canción en quechua (Rimay-rimallay / Niño-Guaguallay / Shimuyat-pakiranmi / Shimita-rebetakij / Rimay rimallay / Niño-Guaguallay”). Traducción al Castellano: (“Habla-Hablaras /*Niño-hijo mío /Que se rompa tu boquita / Que reviente tu lengüita / Habla hablaras / Niño-hijo mío”).
¿En que momento nace eso de los Arcos y Alfombras? Todos creen que su origen se encuentra en Sevilla-España, es el argumento fácil que se da, pero, en verdad, no hay que tomar las cosas a la ligera. Lo de la Semana Santa como expresión religiosa cristiana, sin duda viene de España; pero, lo de los Arcos y Alfombras es una expresión propia del Perú Antiguo, costumbre que con el correr de los años se insertó a la Semana Santa.
Garcilazo Inca de la Vega en sus “Comentarios Reales de los Incas”, dice: el Inca Viracocha luego e su victoria contra los Chancas, realizó una visita a su Imperio, al entrar en Antisuyo “Hicieron por los caminos arcos triunfales de madera, cubiertos de juncia y flores, cosa muy usada entre los indios para grandes recibimientos; cubrieron los caminos con flores y juncias por donde pasaba el Inca” (p.132). En “Panorama” (Revista de Actualidad. Año I. Nº 2. Marzo 19967, P.24), se dice: “Cuando los emperadores incas salían en sus andas de flores –una típica procesión del Tahuantinsuyo. Al recorrer las calles del Cuzco, a su paso las ñustas deshojaban flores a manera de alfombras, y, que las alfombras de flores de España tienen su representante mayor en la Semana Santa de Sevilla”.             
Es posible que Tarma haya heredado de Sevilla (España), algo de esta costumbre, pero, lo que heredamos de España, ha sufrido un mestizaje con el aporte propio de nuestras tierras. La expresión que se tiene y se conoce en Tarma, no se parece a la de Sevilla. Lo que ofrece nuestra ciudad actualmente, es una expresión con  sello propio, que lo distingue ante cualquier otra expresión.
Fortunato E. Cárdenas, dice: “A Tarma, sus barrios le sirvieron en las festividades religiosas y en las faenas de alfombrar las calles del cuadrilátero de la Plaza de Armas para las fiestas de Semana Santa; y, exhibir arcos de flores naturales en dichas fiestas” (“Tarma-Palca-Chanchamayo-El Pichis-El Río Negro”. Tarma, 1943, p.103).
El antecedente más antiguo que se registra, en cuanto a esta costubre, quizá sea el que da Antonio Moreno de Cáceres, quien rememorando hechos de su vida en Tarma en 1882, dice: “Debía pasearse por las calles una procesión. Momentos antes apareció  una partida de indios muy bien trajeados, llevando en los ponchos flores deshojadas, que arrojaban al suelo, formando frescos tapices de diversos colores y dibujos, verdaderas obras de arte, sin llevar ningún modelo que imitar. En seguida pasaba la procesión que era presenciada con devota unción” (“Recuerdos de la Campaña de la Breña”, p.42).
Como se ha dicho los Arcos y Alfombras de Semana Santa en Tarma eran confeccionados por las Comunidades Campesinas, y ellas son la proyección que nos legaron los Ayllos pre-hispánicos, ejecutada por las Comunidades Campesinas; recién en el novecientos las Instituciones y barrios de la misma ciudad empiezan a hacer las alfombras. En conclusión la costumbre de los Arcos y Alfombras de pétalos es algo que  viene del Perú Antiguo.
La confección de Arcos y Alfombras en Semana Santa en Tarma, según la tradición, tuvo todo un ritual. El Alcalde Pedaneo en las Comunidades Campesinas notificaban a los encargados del recojo de las flores, y al hacerlo aquellos observaban lo que la costumbre había establecido para el caso. Seis días antes del Jueves Santo, salían los propios hasta las alturas conocidas a recoger las flores. El día Miércoles Santo, al anochecer, estaban de retorno. Los de la comunidad los esperaban, y los recibían en medio del jolgorio de todos.- El Jueves y Viernes Santo, en cada barrio, se reúne las personas designadas en la casa asignada, en el que realiza los trabajos previos. Los varones preparan los pincos (parantes de los Arcos) y los Arcos; las doncellas deshojan las flores, y las madres preparan el almuerzo y la comida.







Sunday, March 18, 2018

TEODORO J. MORALES: TESTIMONIOS DE VIDA: EL MUNDO QUE ME HABITA



TEODORO J. MORALES

TESTIMONIOS DE VIDA

EL MUNDO QUE ME HABITA


(Palabras de Teodoro J. Morales en el acto de la presentación de su libro “ENCANTAMIENTOS”, el día tres de diciembre de 1999, en el Acto Cultural realizado en el  Salón Consistorial de la Municipalidad Provincial de Huancayo)

“Esta noche se presenta mi libro “ENCANTAMIENTOS”, por lo mismo, creo necesario decir algo sobre mi quehacer como poeta. Me hice escritor, llevado por ese deseo que siempre hubo en mí: descubrir en la palabra, el mundo que me habita.
En “La Razón Mayor de mi palabra”, con la que empiezo el libro “ENCANTAMIENTOS”, digo: “No siempre, de manera sencilla, se llega a la concreción de una bella imagen. Eso madura, como el pan en una artesa; o como el vino duerme en el reposo, hasta alcanzar la exquisitez deseada. Es la misma sabiduría hablando. El conocimiento que se concreta, en síntesis. No es cosa, de unir sólo palabras; en ellas, hay que saber poner contenidos, o llenar esencias y universos. No hay que saber sólo el significado de algo, que se cree conocer; hay que saber convivir con la verdad suprema de lo realmente hermoso: saber arder en la intensidad del fuego, sin sucumbir en su ceniza; sólo así se podrá estar en capacidad de descubrir los contenidos que habitan en todo lo que existe, para luego recrearlos. Entonces, quizá recién se entienda por qué la síntesis es el planteamiento perfecto, para ello. Eso, es poesía en suma; la razón mayor de la palabra, como algo bello y perfecto”.
ENCANTAMIENTOS”, abre una nueva vertiente en mi expresión poética. En este nuevo libro, en poemas breves, trato de condensar realidades, vivencias y sueños. En alguno de los poemas juego con la ironía, como verdadera sal de mi expresión.
Muchos no conocían –en esta ciudad- mi condición de poeta, y resultó una novedad para muchos, enterarse que un Juez del Poder Judicial escribiera poesía; claro que, para mis hermanos escritores, no era ninguna novedad, y cuando apareció “HEREDAD ANTIGUA”, libro anterior al que se presenta esta noche, recibí la adhesión de  muchos de ellos. Tal vez, muchos se habrán preguntado porque Teodoro Morales, guardó silencio por más de diez años. A eso ni yo mismo encuentro una respuesta, lo que sí puedo decir es: el poeta, no es de un día; el poeta, es de toda la vida. En mi caso, ya vienen nuevos libros. En estos días estoy revisando los textos de “ELEGÍA A JUAN MANUEL”.
Ahora bien, quizá, es necesario decir lo siguiente: La primera etapa, de mi quehacer, fue de aprendizaje. Empecé tratando de conocer el valor de las cosas; luego, trate de definirlas. Fue todo un proceso. Con la palabra traté de llegar a la esencia de todo, para descubrir (a todos) mi universo.
Mi preocupación, es la persona humana; por eso, trato de encontrarme a mí mismo, para comprender mejor a los demás. Trato de conocer a la persona más allá de su vestido, para descubrir la esencia de ese algo eterno que está en uno.
Como poeta, no trato de imitar a nadie. Mi preocupación es hacer algo con sello personal. El poeta Argentino RICARDO FURLAN, a ese estilo personal de mi poesía, lo denomina “estilo Morales”. Quizá para algunos esto parezca demasiado pretensioso, pero, no lo es. Hay están mis libros; hay esta mi palabra, esperando a que ustedes se acerquen a descubrir ese universo que descubre, donde el amor crece como lo más puro, donde la tristeza  roba una lágrima, donde la esperanza construye ilusiones; y donde los valores están frescos en su verdadera esencia.
Mi agradecimiento a cada uno de ustedes. Esto me compromete a seguir haciendo hablar a mi corazón; a que, mi razón siga conjugando con sueños, esperanza e ilusiones. Esta noche como Homenaje a ustedes, les entregó el corazón que habita en este libro que titule “ENCANTAMIENTOS”.



NOTA: Con este texto empiezo a publicar testimonios que se dieron en mi vida de escritor, eso, permitirá conocer un poco de mí. Espero, que así sea.



PASAJES HISTÓRICOS DE TARMA: TEODORO FLORES: EXPONENTE DE LA MÚSICA TARMEÑA (Por Teodoro J. Morales)



PASAJES HISTÓRICOS DE TARMA:

TEODORO FLORES: EXPONENTE DE LA

 MÚSICA TARMEÑA


Por Teodoro J. Morales


Toda ciudad tiene una tradición cultural, y en élla, está la musical. Alejandro Palomino Vega, dice “Todos los pueblos del orbe llevan en los labios la canción que a través de las generaciones se ha ido formando en sus espíritus, como expresión característica de su sentimiento regional”; ese legado, debemos de cuidar como preciada herencia.
Tarma es dueña de una tradición musical, con raíces propias; esa particularidad le dio presencia en los escenarios en los que se presentó, donde obtuvo resonantes triunfos. Nadie hizo hasta hoy un estudio de la música tarmeña; hay que hacerlo.
Uno de los exponentes de la música tarmeña, fue Teodoro Flores Fernández, el famoso y popular “Llapico”; nació un 17 de Marzo de 1893, y falleció un 23 de Enero de 1957, a los 64 años de edad.
El músico de antes, realizaba si se quiere todo un  ritual mágico, para encontrar la melodía musical deseada; así lograron descubrir el embrujo de los secretos de ese arte, y le robaron acordes y melodías a las pacchas, a los ríos; a la expresión de las aves y animales, y a la naturaleza toda; así encontraron la música deseada, la que inmortalizaron.
Gustavo Allende Llavería, en “Cantos Populares Tarmeños: La Muliza”, refiere de qué manera un músico encontraba la expresión musical, dice que (aquellos) se dirigían “a la cascada elegida, en altas horas de la noche, plenilunio generalmente. Cual ronda fantasmal escuchaban el caer del agua, imitando luego sus mil ruidos al golpear entre los guijos, el gorgoreo dentro de las oquedades, acompasando a estos misteriosos sonidos las notas del cantar; ora monótono, ora ágil, ora sollozante, ora dulce, ora brusca…”; de eso- da fe Fortunato Baldoceda Medina, quien como músico vivió lo que se dice; así hicieron su arte musical Daniel Rojas Rojas, Antidio Rojas García, Antonio Arroyo, quienes junto a Teodoro Flores Fernández, forjaron una tradición musical en Tarma, la que se va perdiendo por falta de continuadores.
Teodoro Flores, alimentó con su arte una tradición musical, con sello inconfundible. ¿Quién no canto o escuchó la “Serenata Tarmeña”?, ¿Quién no entonó en alguna oportunidad el huayno “La Escalerita”?. Muchos lo hicieron, pero no sabían que aquellas melodías habían nacido del arte de Teodoro Flores.
¿En qué momento, nació el músico con personalidad propia? No hay manera de saberlo. De acuerdo al registro que se presenta, de los testimonios musicales dejados por Teodoro Flores, el más antiguo se remonta a 1920; es posible que existan otros, que se guarden en algún viejo cuaderno de música; hay que buscarlo, para salvar esos testimonios de una tradición musical tarmeña.
En la Primera Gran Feria de Santa Ana de 1946 se otorgó al Conjunto Musical Tarma, el Primer Premio, por la notable ejecución de música regional; y se le otorgó MENCIÓN HONROSA a Teodoro Flores Fernández, por su composición “Santa Ana” (Pasodoble).
En “Serenata Tarmeña”, dice: (“En esta noche, clara y serena / llena de gozo y satisfacción / siento en mi pecho una honda pena / grata alegría en mi pobre corazón”). Esos acordes musicales, seguirán por la magia de los tiempos surcando por nuestra memoria, marcando el rumbo que no debe de perderse. Esas letras las escribió él.
La música de hoy, es como decía Arguedas “un tipo de música despatriada, que no tiene partida de nacimiento”; eso es obra de las disqueras, a las que sólo les interesa lo comercial, el negocio, eso es grave; por eso, Jaime Guardia, como contrapartida señala que “Nuestro deber consiste en mantener el estilo, la cadencia, la forma musical para que no desaparezca la expresión folklórica propia, auténtica”: Sólo así no desaparecerá el alma nacional, el espíritu del hombre nacido en estas latitudes, sin desligarlo de su realidad histórica y geográfica.
Teodoro Flores entre sus composiciones musicales registra: “Muliza 1927” (Aves Sin Nido) letra de Pedro D. Macassi; “Muliza 1928” (Las Tormentas de la Vida) letra de Fortunato E. Cárdenas; “Muliza 1932” (Encantado Manantial) letra de J. E. C.; “Muliza 11935” (Vengo a cantar) letra de Ernesto Lavado; “Muliza 1936” (Porqué, tú, lloras Ingrata) letra de José de Arimatea Gómez Espinoza; “Muliza 1938”, (Aquí te Traigo, mi Vida) letra de Ernesto Lavado; “Muliza 1941” (¿Hasta Cuándo?) letra de Pedro D. Macassi; “Muliza 1943” (Tristes Tarmeñas) letra de Pedro D. Macassi; “Muliza 1944” (Entre Flores y Serpentinas) letra de Pedro D. Macassi; “Muliza 1944” (Añoranzas) letra de Pedro D. Macassi; “Muliza 1949” (Tierra de Amor y de Ensueño) letra de J. E·. Castillo.---“Huayno 1932” (En un Continuo Tormento) letra de Ch. A. V.); “Huayno 1932” (Deslumbrante Tormenta) letra de Juvenilla; “Huayno 1936” (Ay! Tortolita) letra de Pedro D. Macassi; “Huayno 1938” (Condolido de tu Duelo) letra de Manuel García Zapatero; “La Flor del Pérene” (Vals); y le puso música a “Amistad” (Vals) y “Chihiaquito” (Huayno), cuyas letras fueron escritas por Pedro D. Macassi.
LA FLOR DEL PERENE”: VALS TARMEÑO:                      La Música Tarmeña, tiene un rico repertorio. Teodoro Flores Fernández (1) es uno de sus exponentes. Fue músico, no poeta. Este tarmeño le puso música a muchos Huaynos y Mulizas que se cantó en los Carnavales Tarmeños. Las letras de esas composiciones, a las que le puso música, las escribieron otros. Este músico, le puso música al vals “Amistad”, cuyas letras son de Pedro D. Macassi.
La Flor del Perene” (vals tarmeño) es una hermosa composición de Teodoro Flores. Es una composición músical, al que hasta la fecha nadie le puso letra.
Esto me recuerda algo: Manuel Acosta Ojeda, en el artículo “El canto de la Selva” (2) al referirse al vals “La Contamanina”, dice que: aquella composición originariamente era sólo música. No tenía letra”. Algo parecido, a lo que sucede con “La flor del Perene”. Es sólo música, al que  hasta la fecha no se le ha puesto letra.
En el caso del vals “La Contamanina”, dice Manuel Acosta Ojeda, “Peralta, de Radio Nacional de Iquitos, convocó  a un concurso para fijar oficialmente una letra para que se cantara con tan bella música”, pero, “hubo irregularidades en la calificación” … “se le dio el primer puesto a una letra que el pueblo descalificó, y nadie cantó aquella composición musical con aquellas letras; ese vals, se canta, con las letras que le puso Juan Tecco Celis (“El quien me trajo hasta aquí / es el Ucayali, con su serpentear / yo surcándolo voy hacía ti mujer (…) “Mi cantar es así, para ti mujer, con amor / Contamana te vio nacer(…)”.
Todo prueba que, los concursos nunca dieron buenos resultados, en ellos, los jurados, tratan de imponer caprichos, y, puede más oscuros designios; pero, a la final, es el pueblo el que en definitiva deja establecido lo que corresponde. Digo eso, recordando lo que ocurrió en Tarma. En 1968, la Municipalidad, a través de la Inspección de Cultura a cargo del Ing. Ignasio Vicuña Mallma, trato de dar un Himno a Tarma; para el efecto, convocó a un concurso, el que concluyó declarando ganadora a Rita Pezet, cuyo resultado no fue aceptado por el pueblo, el que lo descalifico el mismo día de su estreno, y, como sanción moral, nunca lo cantó; a la fecha, las letras del Himno que se canta es Tarma es la de Consuelo Galiano. Eso demuestra, que el pueblo no admite caprichos ni imposiciones de nadie. La historia de los pueblos tiene muchos casos para probarlo.

NOTAS:

(1).---Teodoro Flores Fernández, nació un 17 de marzo de 1893,y, falleció un 23 de Enero de 1957.
(2).--- “El Canto de la Selva” artículo de Manuel Acosta Ojeda, publicado en el diario “El Peruano”/Opinión. Lima, 4 de Julio de 1997, p.A-9.

Tuesday, March 13, 2018


CESÁREO MARTÍNEZ: SU PALABRA

 COMO EXPRESIÓN DE PUEBLO

Por Teodoro J. Morales



La poesía, casi siempre, fue una expresión a la que solo tuvo acceso una clase letrada, por lo mismo que ella acostumbra hacer uso de imágenes con formulaciones abstractas a la que llaman poesía pura. Expresión superficial de la forma, naturaleza abstracta en una imagen- nada más. La palabra es como ánfora vacía, como un contenedor sin contenido. Claro que, a ese nivel,  también se hace poesía; y no le niego mérito a esa expresión.
   Los intereses de clase (de los que gobiernan), magnificaron ese ejercicio como posibilidad de lo perfecto, como esquema mental que transparenta la naturaleza del ser interior, ingresando a aquel mundo metafísico donde las interrogantes muchas veces no tienen respuesta. En esa búsqueda, el hombre  ha desarrollado muchos trabajos. Eso, también es poesía.
   Hay algo que no se hizo, sin embargo: era tabú para muchos hablar de la verdad desnuda, para otros nunca entendieron  esa posibilidad de expresión. La poesía casi siempre fue expresión desprovista de toda clase de compromiso. Ese desapego la llevo en más de las veces a equívocos lamentables. En los casos que se quiso asumir de manera responsable la función de escritor equivocaron y llevaron la expresión a lo panfletario.
   No es sencillo para un poeta, hablar a nivel de los sentimientos de un pueblo; tiene que hacerse carne en él para entenderlo, para ser su voz, su palabra. Digo esto, y me viene a la memoria unos  versos del poeta guatemalteco Otto Rene Castillo, que dice; (“vámonos patria a  caminar, yo te acompaño./ Yo bajaré los abismos que me digas./ Yo beberé tus cálices amargos./ Yo he de morir para que tú no mueras,/ para que emerja tu rostro flamante al horizonte/ de cada flor que nazca en mis huesos./ Tiene que ser así, indiscutiblemente.”). Llegar a esto, es haber alcanzado una concepción clara de existencia, y de compromiso con ella.
   Cesáreo  Martínez, nació en Cotahuasi (La Unión – Arequipa) en 1945. Ingresó a la Universidad Mayor de San Marcos, donde siguió estudio de Letras. Como escritor, con el poema “Pequeña Botella de mar para Iskra Oyague”, inicia una escritura abiertamente política. En 1978 publica “Cinco Razones Puras para comprometerse con  la Huelga”, con el que empieza a encender el sueño de una esperanza que prometía ser luz, pero, por las ambiciones personales de los eternos dirigentes de izquierda terminó destruyéndose ese sueño, a lo que Cesáreo respondió con “Donde Manco el Árbol de la Espada y Arcoiris”.
   Cesáreo  Martínez, publicó: “Cinco razones puras para comprometerse (con  la huelga)- 1978; “Donde mancó el árbol de la espada y arcoíris (Bando para que la dirigencia se alinee con las masas“ (1980); “Celebración de Sara Botticelli” (1983); y, “El sordo caminar de Lima” (1993). Póstumamente se publicó “Sal de Ciegos” (2008). Murió víctima de un aneurisma cerebral el 29 de enero del 2002.
   Es uno de los exponentes de la  Generación del 70. Pese a la extracción de clase de la que provenía “netamente popular”, era un sibarita “de la palabra, artífice de la magia verbal, cultor de imágenes soberbias y rebuscadas. Su poesía asume una de compromiso con la causa de los desposeídos y asoma a una expresión amorosa propia de su realización de vida; y sin duda trato de hundirse en las raíces de esos orígenes a los que nos debemos, digo esto, al leer “Entre el Wamani y la Carretilla”, dedicado a José María Arguedas. Es un texto del que poco se habla; para mí es importante. En él, dice: (“Tú que frecuentas las nebulosas de la vida y de la muerte,/  muéstrame la vida,/ en esta hora inútil en que un mundo desde afuera me/ enloquece./ Y otra vez bajaremos a besar los sentidos de la mar/ y la oscura mar de arenas./ Porque amanecí en una tierra desgastada por el abismo/ de dioses extraños./ Dioses de la mirada oblicua, devoradores de indios en los/ terribles días de la malaria./ Porque nací del rocío y la piel mojada de la piedra./ Porque mis trabajos se pierden en las arcas del enemigo,/ mi aliento se oxida/ y sólo tu voz me saca, me levanta, me ilumina./ Condúceme a tu casa de agua-verde y sentencias, no dejes/ que la ronda de mis sueños ruede al despeñadero./ Y plumas vivas bailarán sobre mi pecho cuando tu larga/ piel de plata/ brille espantando a mis enemigos” (…) “Más allá de la pendiente se insinúan los humores de una/ tierra de rumores de fruta./ Allí la Madre Luna anda suelta y nadie le presta atención./ Dicen los viajeros los viajeros, que por las noches llora espinas./ Dicen los pájaros migratorios hay un dios grande,/ un río hablador./ Tú que me  arrancaste de las tinieblas, alza para mí/ tus oráculos./ Dime cómo se labran los pensamientos sanos./ Di cómo he de permanecer con mis días para que mis hijos/ no me desconozcan.// Porque mordido en tus misterios me contemplo sustancia/ volátil y quizá, ´por tus labios incandescentes,/ penetremos en el ancho huerto de la vida”.
   Todo dice que, el poeta vivió inmerso en un mundo de conflictos; la cultura andina y la occidental en el fondo no eran la misma, cada una tenía una concepción de vida y objetivos.
   Cesáreo Martínez, quizá, es uno de los pocos; que recogió el reto de realizarse a esa medida, en un momento, en el que creyó empezaba la formación de una conciencia política madura. Con los riesgos que ello conlleva, trató de hacer poesía a nivel político. Era un convencido de que “la poesía debía cumplir un papel fundamental en la lucha por la construcción de un nuevo orden de justicia social”. Es uno de los pocos ensayos poéticos que se hizo. “Cinco Razones Puras para comprometerse con la Huelga”, nace como un arma de combate, como un llamado de solidaridad con una huelga del gremio magisterial a ese momento. Es poesía política, en la que su autor “fusiona el lenguaje coloquial con el estilo narrativo, así como la imprecación lírica con las imágenes de la naturaleza” (2). Para asumir la realización de una expresión a ese nivel, había necesidad como exigencia de un lenguaje que  permitiera expresar el sentir del pueblo y llega r a su entendimiento. En cierto modo creó ese lenguaje, y lo hizo.
   Donde Manco el Árbol de la Espada y Arcoiris” (Bando para que la dirigencia se alínee con las masas), es un libro inicial, que quedo como proyecto de algo que pudo dar origen a una voz nueva como expresión: (“En medio del camino de mi vida/ vi un árbol fogoso brillando semejante al mar./ En sus ramas cantaban las más variadas formas del color/ y en su copa rosada reían los infinitos rostros del mundo”). Es, una crítica “contra el sectarismo y la incongruencia de las dirigencias izquierdistas”, “su crítica contra los dirigentes de la izquierda, directa y áspera, va al meollo del problema, dice: “Han discutido sobre un charco repetidas veces, y repetidas veces se han peleado por las puras”; aquellos, siempre antepusieron a todo sus intereses personales, nunca les intereso la suerte de los pueblos (pobres),  ni cambiar ese sistema que oprime y esclaviza, ellos se sentían  vivir bien dentro de él.
   El poeta fue terminante, fijo una posición, por eso dice: “Mi partido son esos infinitos  rostros regados entre el bullicio de las calles, preñando las puertas malditas de la miseria” (…) “En la construcción de los cielos redondos/ En la construcción de las aguas nuevas/ y en la producción de los nuevos sueños/ Todo con nosotros, nada sin nosotros”.
   No siempre se escribió desde el mismo corazón del pueblo, y no se hizo- porque el poeta vivió divorciado de esa realidad. Hay que haber vivido esa realidad en toda su crudeza para entenderlo.
   El libro lo conforma: Prólogo, Cinco Poemas; y, Epílogo. Todo en verso. A la final una nota, cuyo texto es terminante: “Queridísimos dirigentes de la izquierda. Este no ha sido un canto de dolor individualista, sino un lamento de las masas, porque ustedes traicionaron a sus aspiraciones. Ahora, amainado el vendaval y aplacado el corazón, les exigimos una autocrítica en la práctica, un cambio radical de actitud, sino quieren ser barridos por las masas. Y ojo que si ustedes no se enmiendan, la historia no los juzgara, porque ya sabemos que la historia no se ocupa de la mierda”. Siempre he dicho, el tiempo es el mejor Juez a todo; y pasados los años, vemos que toda esa recua de dirigentes izquierdistas de entonces terminaron en un tacho de basura, sin pena ni gloria.
   La poesía política de Cesáreo Martínez, es importante; cuestiona la actitud de los eternos politiqueros, de aquellos que traicionan al pueblo en sus aspiraciones; a quienes se les exige “un cambio radical de actitud”, en caso de que no lo hagan serán “barridos por las masas”.
   La llamada política, se utilizó y se utiliza con fines ajenos al rol que debe  de cumplir; los que intervinieron e intervienen a ese nivel no dejan de ser simples vividores; sin  tener la capacidad ni la autoridad moral para ello, se erigen en “lideres”, y luego traicionan.
   Cesáreo Martínez, con esa fe y consecuencia que muchos le ponen, trabajó al lado del pueblo; se hizo un peón, una hormiga, en su deseo de construir esa nueva realidad social que se exige, y todos quiere, pero, aquellos jerarcas de la politiquería, se erigieron en los nuevos amos, haciendo suyo todas las costumbres y gollerías del pasado; y nacieron nueva casta de poderosos, quienes sueñan que alguien escriba sus historias en olor a santidad, pero, de esa clase de gente, nadie se ocupa, ni los menciona. Como dice el poeta “la historia no se ocupa de la mierda”.
   El Epílogo, es todo un planteamiento político, vigente en todo tiempo y en todo espacio: “En la construcción de los cielos/ En la construcción de las aguas nuevas/ y en la producción de los nuevos sueños/ toldo con nosotros, nada sin nosotros”.
   La ignorancia de esa gente, hace que, cuando por suerte o accidente llega el momento en  que desempeñe alguna representación, se crea dueño de la cosa pública, y actué con mentalidad de nuevo cacique, utilizan el poder para a base de prebendas hacer fortuna, y así estos, los “buenos de la película”, “los que tienen la pólvora en la lengua”, “los que disfrutan de más de una secretaria” se crean los nuevos amos de la patria.
   El poeta con su sensibilidad, recoge una visión exacta de una realidad social, y dice: (“Han destruido el árbol de la llanura, donde las hormigas/ laboriosas empezaban a operar./ Mas el mundo real y la desesperación donde las hormigas,/ quienes construimos la realidad de este mundo./ Las hormigas discurrimos a través de los ríos de la sombra,/ habitamos los espacios ocupados/ por otras hormigas, y nos reproducimos por puro sortilegio”).
   La poesía se puede dar a distintos niveles, y con  distinto grado de comprensión de una realidad. El lenguaje, cuando se tiene un  verdadero conocimiento de él, puede permitir desarrollar cualquier planteamiento; y Cesáreo Martínez para hacerlo, salió de todos aquellos esquemas conocidos y ensayados, y abrió una nueva vertiente de expresión poética. Bien se ha dicho: Fue un sibarita de la palabra, un artífice de la magia verbal, un  cultor de imágenes soberbias y rebuscadas.
   En lo que puede ser una Poesía Política, es posible, todo lo que se hizo (en ese sentido) no pasó de ser panfletario. El poeta fue utilizado como instrumento de intereses particulares y no de los intereses generales del pueblo. La política fue la expresión de pequeños grupos, que usaron el nombre del pueblo como bandera en los momentos electorales, para luego olvidarse de su extracción de clase y de aquellos que le dieron el mandato.
   El poeta que quiere hacer Poesía Política, puede hacerlo; pero,  ello exige que se mantenga al margen de esos grupos que usurpan una representación que nunca tuvieron. El poeta tiene que tener un alto nivel de cultura y una real existencia a nivel del pueblo mismo.
   Cesáreo Martínez, con el bando poético que publica, crea la posibilidad de un primer intento de hacer poesía política en el Perú. Hizo un llamado con crudeza, pero a nadie le importo. Todos continuaron en ese acomodo y reacomodo, todos se preocupan por sacar lustre a esos títulos y se aferran a ese sistema de poder del que hacen un feudo. Todos creen ser los nuevos CESARES de la historia; llegados al poder, empiezan a dilapidar todo como si fueran dueños de la cosa pública.
   Luego de lo expuesto: hay dos libros, a los que hay que referirse: El primero “Celebración de Sara Botticelli”. Son 23 poemas, en seis bloques (Aparición de Sara Boticelli (5 poemas); ( tangos (as) para Sara Botticelli” (8 poemas); Epigramas para Sara Botticelli” (6 poemas); 2 epigramas al revés (2 poemas); Desaparición de Sara Botticelli” (1 poema); Epílogo (un poema). El tema, es el amor, el paso fugaz de una mujer por la vida.
   No terminamos de conocer la grandeza emocional que nace del espíritu del poeta. Es impredecible. Creíamos haberlo encontrado en su real vertiente de luz, y sale abriendo otras puertas donde la luz de su verbo alumbra; bien dice Max Silva Tuesta  en “Celebración de Sara Boticelli” “muestra un tema y un ritmo diferente de los que conocíamos”… en él está con el tema y el ritmo del amor, con el calor y el color del amor, con el tópico y el trópico del amor, todo esto y mucho más.
   Césareo Martínez, como artista configura “con palabras su propia Venus”, y lo muestra esplendorosa en la palabra de este libro como como “una pre-esencia en instantánea esencia con carácter e maravilla” (“Ella brota de la tarde cubierta de mágicos aromas”.
   La vida le permitió al poeta vivir momentos de descubrimientos de grandes sentimientos que perennizo en su palabra, los que dejaron “una nostalgia digna de una rica y sensible intimidad  y que a la final es vida  que vivirá “en este gran canto de amor el desencanto del desamor pesa más, muchísimo más”.
   El segundo libro, es “El Sordo Cantar de Lima”, con el que obtuvo el segundo puesto en el Concurso “Casa de las Américas 1982”.

NOTAS:

(1).-  Cesáreo Martínez, nació en Cotahuasi (La Unión –Arequipa) en 1945. Estudió Literatura en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Murió víctima de un aneurisma cerebral el 29 de Enero del 2002.
              Ha publicado “Migraciones” (Plaqueta – 1974);  Pequeña Botella de Mar para Iskra Oyague”, “Cinco Razones Puras Para  Comprometerse con la Huelga” (1978); “Celebración de Sara Boticelli” (1983).- “”Donde Manco el Árbol de la Espada y Arcoiris”(Bando para que la dirigencia se alinie con las masas), Poema Coyuntural N° 4. Ediciones Campo de Concentración. Lima, 1980, 32 pp; “El Sordo Cantar de Lima” (1993); y, “Sol de Ciegos” (2008), publica do póstumamente.

(2).- Juan Carlos Lázaro.- “Cesáreo Martínez: El Poeta y su Época”.








CARLOS EDUARDO ZAVALETA RIVERA (Por Teodoro J. Morales)


CARLOS EDUARDO ZAVALETA RIVERA

Por Teodoro J. Morales


No necesariamente hay que nacer en un lugar, para sentirse parte de su suerte. En el Proceso Cultural de Tarma, por ejemplo, tenemos la presencia de Eusebio Bedoya, Nepthali García, Adolfo Vienrich De la Canal; Federico Philipps, Francisco Flores Chinarro Guerrero, Alberto Rivera y de Piérola; Eleodoro Vargas Vicuña; ellos, no nacieron en la ciudad de Tarma, pero vivieron y trabajaron en ella para hacer su grandeza cultural; igual, Carlos Eduardo Zavaleta Rivera, en su adolescencia, llegó a la ciudad de Tarma y vivió en ella, y estudió en el Colegio Nacional “Mariscal Castilla”, hoy “San Ramón”.
Carlos Eduardo Zavaleta Rivera, nació en Caraz (Ancash) un 7 de Marzo de 1928. Hijo de David Zavaleta Bernuy y de Rosalinda Rivera. Estudio las primeras letras en Yungay, para continuarlas en la ciudad de Tarma; concluyendo su secundaría en el Colegio Guadalupe de Lima. Luego estudio en la Universidad Mayor de “San Marcos”, en la que se graduó con dos tesis: con la primera opto el Grado de Bachiller, y con la segunda la de Doctor.
Para los que no compartieron vivencias con Carlos Eduardo Zavaleta Rivera; o los que, no se acercaron al trabajo literario de este escritor, quizá sea un desconocido, y acaso no sientan la misma emoción de los que de una u otra forma llegamos al espíritu y al corazón del trabajo literario de  este peruano.
Carlos Eduardo Zavaleta, alcanzó una realización que lo presenta como uno de los intelectuales más representativos del país. Su obra y quehacer, en el ámbito cultural, es múltiple (escritor, novelista, cuentista, crítico, periodista, docente universsitario, diplomático). Hizo importantes aportes a la Cultura. Hizo un estudio importante sobre la obra literaria de William Faulkner. Tradujo la obra completa en poesía de James Joyce.
Carlos Eduardo Zavaleta, fue premiado en los Juegos Florales Universitarios de 1948; luego, se hizo merecedor al Premio de Fomento a la Cultura “Ricardo Palma” en los años 1952 y 1960, y el Premio “Manuel González Prada” en 1959. En 1983, la Municipalidad de  Lima, le otorgó el primer  premio en el género de novela, por “Un joven, una sombra”, publicado en 1992.
Este escritor es autor de muchos libros, entre ellos: “El Cínico” (1948), “La Batalla” (1954), “Los Ingar” ((1955); “El Cristo Villenas” (Mexico-1956), “Manos Violentas” (1958), “Vestido de Luto” (l961); “Muchas Caras del Amor” (1966), “Juana la Campa se Vengara” (1970), “Evelyn llamó de Madrugada” (1982); “Una Nueva Era” (1985), “La Boca del Lobo” (1986), “Niebla Cerrada” (l970); “Un día en muchas partes del Mundo” (1979), “Los Aprendices” (Novela-1974), “Abismos sin jardines” (Cuentos- 1999); “Cuentos Completos” ( 2 volúmenes -1997), “Pálido pero Sereno” (Novela-1997); “El Precio de la Aurora” (Novela-1997), “El Gozo de las Letras” (Ensayos-1997); “Contraste de Figuras” (Relatos-1998); “El Fuego y la Rutina”, “La Marea del Tiempo”; “Retratos Turbios”; “Pueblo Azul”; “Un Mundo de Guerra”, “Unas Cuantas Ilusiones”; es posible que existan otras, espero conocerlas para tener una visión completa de la obra literaria de  este escritor.
En textos como “El Suelo es una Flor”, recoge sus vivencias en Tarma, se refiere a una costumbre tradicional muy propia de esta parte del Perú: La Semana Santa, con sus Arcos y Alfombras.
Carlos Orihuela, indica que: la permanencia de Zavaleta en Tarma hizo que se identificará con esta idiosincrasia, lo que “ha sido para él un camino hacia la originalidad literaria, el tener que partir de la realidad tarmeña para lograr una narrativa indigenista en la nueva dimensión social y etnológica del Perú próximo a transformarse”; con el que “Ha procurado dotar a la literatura nacional de una perspectiva histórica”. Esta apreciación fue ratificada por otras valoraciones críticas, incluso se llegó a considerar a “Juana la Campa se Vengara”, como un texto excepcional.
La obra literaria de Carlos Eduardo Zavaleta, ha merecido de la crítica términos elogiosos. Se le considera como un narrador neoindigenista, que “sabe conjugar la nueva técnica narrativa, a la búsqueda de los enigmáticos repliegues anímicos del alma nativa; lo cual comporta la introducción de una útil variante en el indigenismo tradicional”.
Para Castro Arenas “su primera novela lo muestra explorando confusos problemas interiores. También se ha dicho que en “Los Ingar” y “El Cristo Villenas” se encuentra dibujando espirales narrativas que dislocan la secuencia narrativa tradicional en su asedio febril para explicar que ocultos resortes interiores impulsan a los hombres ensimismados del Ande”.
Carlos Milla Batres, por su parte, hace notar que Zavaleta introdujo nuevas técnicas de composición y eligió, en vez del tema indigenista dominante, el del mestizaje cultural, y amplió el espacio interior sicológico del personaje”, y que “sus cuentos evolucionan desde la retórica lírica y emotiva hasta el contrapunto subjetivo-objetivo, teniendo como trasfondo las dramáticas carencias de la sociedad peruana, sobre todo la injusticia social.
Carlos Eduardo Zavaleta, nunca se desvinculo de la familia tarmeña, siempre estuvo pendiente del trabajo cultural en Tarma, tanto que en 1972 en un Mensaje a la Asociación de Artistas Aficionados, insta a “Que (esta Institución) prosiga sus esfuerzos hacia la expresión artística, a pesar de todas las dificultades, de todas las incomprensiones, de toda la pobreza material que rodea por lo general en el Perú a las obras de creación; pero con la seguridad de que los auténticos artistas servirán tarde o temprano a las esperanzas más `profundas y limpias de nuestro pueblo, y contribuirán a derrumbar la injusticia y la ignorancia de las clases explotadas”. Esas palabras, son muy significativas; encierran todo un compromiso del escritor en cuanto a la realización social de los pueblos. Habla de las dificultades y la incomprensión con las que se enfrenta un escritor en el Perú, de eso somos conscientes, durante los años de trabajo cultural que realizamos en Tarma nos hemos enfrentado a realidades como aquellas. Nada ha sido fácil, y no lo es. Espero que llegue el día en el que la mezquindad de algunos, deje de ser tales, y se entienda que la responsabilidad de la realización cultural en nuestros pueblos, es de todos y no la de unos cuantos.