Saturday, December 30, 2017

MÁS ALLÁ DE LA PALABRA DE UNA HISTORIA RELIGIOSA: Comentario al libro "Cristo ha dejado de llover" de Alcides Tineo (Por Teodoro J. Morales)


MÁS ALLÁ DE LA PALABRA DE UNA

 HISTORIA RELIGIOSA

Comentario al libro "Cristo ha dejado de
llover" de Alcides Tineo

Por Teodoro J. Morales



La poesía está presente en todo, ella, es vida realizándose a diario. Alcides Tineo Tiquillahuanca (1) en el año 2014 publicó con Lluvia Editores, “Cristo, ha dejado de llover” (2). Leo el libro, y encuentro en su contenido una realidad de vida hablando; su autor, dice “es la expresión sencilla de cómo pasamos días de vorágine, contemplando los días opacos de abriles y setiembres que dejan en cada hombre una huella indeleble de seguir a cuestas pese a las tragedias que encuentra a cada paso”.
El título del libro, antes de leerlo hace pensar en una religiosidad a ultranza, esa que obnubila la mente de curas y beatas, pero, luego de la lectura, uno, no encuentra nada de aquello que prejuiciosamente creía iba encontrar. Bethoven Medina Sánchez, en el prólogo que escribe para el libro, dice: “las figuras literarias son usadas para expresar emociones y reflexiones ante la realidad inmediata que inspira un mensaje de lenguaje directo y desenfadado, aludiendo al tema religioso”, en la que “asume la visión de ser testigo del tiempo en el presente que equivale a reto, apuesta, desafío por buscar el bien colectivo”, y concluye indicando que “es un libro que tiene su propio peso y brillantez”.
Cristo, ha dejado de llover”, tiene cinco momentos: Exterminio, Quimeras, Atardeceres, Liberación y Semblanza. El libro hay que leerlo, y entenderlo en su conjunto: es un todo. Nunca encontré la verdad de un libro en poemas sueltos, para mi ellos son parte de un todo, de manera independiente no dicen nada.
Una cabal valoración de un libro, exige a que el lector se ubique en el contexto debido del universo que le da vida, del que habla.
Cuando se habla de nuestra realidad, hay que empezar por tener presente que el mundo andino es el que nos da razón de vida, no otro, y desde esa dimensión hay que tratar de encontrar nuestra verdad, que es la que da sustento espiritual a lo que se habla en este libro. Hay que recordar que, nuestro mundo fue invadido por gente que vino de otra realidad de vida y formado en otra concepción de mundo, quienes trataron de borrar nuestra existencia y de imponer otro sistema de vida y de pensamiento, fundado en una concepción filosófica del mundo occidental, y con ella vino otra religión con la que se trató de destruirnos, sin conseguir ese objetivo.
En “Cristo, ha dejado de llover”, se muestra una realidad sin anteojeras, se quita ese disfraz  que como mascarada se puso a todo y se nos obligó a usar,  mostrando solo una realidad falsa con la que se nos  mantuvo maniatados; y de esa manera el poeta, trata de que se tome conciencia de que se nos ha envuelto en un laberinto de engaño, que hay necesidad de restaurar nuestra imagen, para vivir realmente.
Esa historia que se nos cuenta como verdad engañosa, corrió tiempo impresa en la palabra de muchos libros; y con ella, se vivió en eterna espera de una   justicia y de una felicidad que nunca llega (“Y parece que el mal venció a Cristo/ con las sogas en los pies/ con espinas en la testa/ con los clavos en la cruz”.--- “Y que sigan esperando quienes crean en Dios/ y en la justicia exenta de pecado”.- Sepultura).
El poeta trata de devolver la verdad en su palabra, y desenmascara el engaño en el que hemos vivido, eso lo lleva a decir: (“Y desde lo alto como un Dios/ empiezo a castigar a todos/ a Satán lo azoto en su cola y en su testa/ a los curas en la mitra/ a las monjas en el pecho/ en el cuello al monaguillo/ yo me azoto a escondidas/ con el insomnio de mi oscura pesadilla”.- Quehaceres).
Bien se ha dicho, nada es eterno, las concepciones también cambian (“Desde el día en que los cristales se rompieron/ mi casa luce llena de fúnebres canciones/ y de voces trémulas que se rehúsan a callar”. --- “Desde el día en que los cristales se rompieron/ hasta mis perros han llorado silenciosos/ voy sintiendo la canícula de un día lluvioso/ como quien se acerca al postigo infernal”.--- “En conclusión,/ desde el día en que los cristales se rompieron/ supe que te había perdido para siempre”.- PE-DA-CI-TOS
La vida sigue (“¡Y seguimos tragando y vomitandola sangre del cordero muerto sobre la pampa!/ y olvidamos los sueños del robot/ que lentamente va quedando enmohecido”. --- “Y seguimos pensando en beber el agua dulce/ que de a gotas va huyendo sin retorno/ seguimos pensando en la simpática niñera/ y no en la fruta del mañana”.-Oropuro).
Cristo, ha dejado de llover”, es un libro de no fácil lectura, unos de seguro lo leerán desde ese punto de vista que se funda en esas concepciones trasnochadas de una religión con la que han sido engañados, otros pretensiosos trataran de verlo con esos anteojos de pretendido conocimiento libresco de un academicismo estéril, pocos (de seguro) llegaran al corazón de la verdad que el poeta entrega en su palabra. Mis puntos de vista están lejos de esos prejuicios que lo condiciona todo, y en la valoración que hago de este libro está mi verdad de hombre libre.
El poeta, dice (“Hasta cuándo/ las cadenas que llevamos uncidas en los pies/ nos privarán de solazarnos/ bajo las palmeras inclinadas/ deseosas de imprimirnos su frescura y alegría/ en un efímero enero o febrero”.- Libertad). Es una pregunta que espera respuesta. Estamos en la capacidad de darla, el tiempo está esperando. (“La libertad se va escurriendo de las manos de nosotros/ al toque del tambor de los oídos sordos/ y al ritmo de las almas gimoteantes/ de esta criminal y quebrantada democracia”. --- “Y tras largos años de tanto sacrificio/ en las mentes de algunos mequetrefes/ va calando el espíritu de eterna servidumbre”.- Prisioneros). Hay preocupación al ver todo lo que se vive: (“A pierna suelta van durmiendo mis amigos/ con el ascensor junto al cielo/ con el teléfono al oído/ con el periódico leyendo las acciones de la bolsa de valores/ con los recibos de agua, de luz y del teléfono/ con la propaganda en la tele/ con el auto y celular último modelo/ con  la lotería en sus manos/ con la mejor modelo del país”. --- “”En fin, todos van soñando lo que quieren alcanzar/ pero en el canto de un gallo/ de una alarma de reloj/ que los conduce a su miseria infernal”.- Sueños). Todo es insufrible, todo preocupa y llama la atención. (“Mantengamos los brazos levantados/ acerquemos nuestras manos a las brasas/ roguemos que el Señor no nos observe/ inventemos un camino de topacio/ sobre las charcas de tus ojos de papel/ oprimidos al compás de los clarines/ libertados por las voces de Jesús”.- Otrora).
No es una simple contemplación y un desengaño de lo que se vive, de lo que habla el poeta; hay una apertura de vida: (“Construyamos juntos esta nave/ conduzcamos cautelosos sin cesar/ que todos emulen nuestros pasos/ como niños aprendiendo a caminar/ y el conjunto ría de contento/ luego de haber aprendido a navegar”.- Nuestra Nave).
Hay frescura y dulzura también, por ejemplo en el poema Génesis, dice: (“Yo vi el sol en medio del maizal en flor*/ todo verde y amarillo/ al lado de un pocito de agua dulce/ en donde los canarios se bañaban/ muy contestos de vivir



NOTAS:

(1).- Alcides Tineo Tiquillahuanca, nació en Piura en 1975, pero según se dice, su nacimiento se registró en la zona costeña de Olmos (Lambayeque). Sus estudios primarios los realizó en Piura y Lambayeque, los secundarios en Lima, y los superiores en la Universidad Nacional de Cajamarca, con estudios de postgrado en la Universidad César Vallejo de Trujillo.

(2).- “Cristo, ha dejado de lo ver”. Lluvia Editores. 143 pp. Edición a cargo de Esteban Quiroz Cisneros. Motivo contracarátula: Vilma Sangay Chiclote e Ybrahim Luna R. Fotografías: William Guillén Padilla Prólogo (Cristo, después de la lluvia): Bethoven Medina Sánchez.