Monday, February 19, 2018

MARÍA DELFINA SANTANA: LA ANGUSTIA EN LO VIVIDO (Por Teodoro J. Morales)


MARÍA DELFINA SANTANA: LA ANGUSTIA EN LO VIVIDO

Por Teodoro J. Morales




La poesía permite llegar al corazón del mismo sentimiento de lo que se ha vivido, hasta alcanzar la esencia de la real naturaleza en todo lo que existe. Nada escapa. El poeta, con la sensibilidad que tiene, lee ahí donde no hay grafía para otros, eso le permite hacer el milagro de hacer hablar a los silencios.          
En esta oportunidad voy a referirme a María Delfina Santana Guevara (1); a ella, la conocí en Huancayo en 1999, en el Acto Cultural en el que se presentó mi libro “Encantamientos” (2), la volví a encontrar en el 2017 en los actos de la Feria Internacional del Libro (FIL – TARMA) en el 2017, en el que me entregó su libro “Antología. Surcando Sentimientos. Poética del Valle del Mantaro” (3).
Luego de leer el libro. Quiero referirme a él: su expresión poética, como lo indica ella, son “Poemas salidos del corazón de una mujer, madre y maestra dedicados a la niñez, a las vivencias de la vida, y a la naturaleza misma”. En definitiva luego de leerlo, uno concluye: es, puro sentimiento de vida.
La poesía en suma es todo lo que existe, es el milagro que hace hablar a todo lo que existe en ella (“Oh, poema que haces/ compañía a la soledad./ ¡Poetas que ponen el sol al amanecer/ y estrellas al anochecer” (Oh Poetas).
La vida, es misteriosa. En su insondable   naturaleza, sé gesta todo aquello que le da existencia, en la que se pierde toda conjetura sobre lo que es: (“Como quisiera ver el alma humana/ a través del cristal de los ojos” (Alma Humana). La muerte, casi todos la temen; ella, siempre estuvo ahí- esperando por todos. Es la cruz que todos cargan. La temen por qué es inescrutable. (“Nunca temí a la muerte/ como ahora/ nunca temí a la vida/ como ahora/ sentir desfallecer en vida/ es morir” (Nunca).
En el corazón de la poesía de María Delfina Santana, encuentro dolor humanizado; y en ella, la soledad, es parte de ella (“Me siento como si un/ ser querido partiera para siempre” (Soledad).
Siempre habrá tema, para la poesía; desde el mismo silencio, siempre nacerá la palabra para transmitirnos verdades de vida (“¡Oh mar!/ yo estoy aquí/ escuchando el sonido del/ silencio/ y en el vaivén de tus olas/ mi alma se eleva/ as la eternidad de tu inmensidad”.- (Sonido del Silencio).
En la poesía de este libro encuentro momentos de vida, presencia del ser vivo. La mujer no está ausente; de ella dice (“Eres el ángel indefinible/ soñadora de tus fantasías” (Mujer).
La vida, es toda una aventura, ella genera en el tiempo- hechos que ayudan a vivir a todos, en ella: el olvido, nadie alcanzo a definirlo en su naturaleza y esencia, siempre, se trató de asirla en la palabra. María Delfina Santana, dice: (“Es el llanto perdido en el silencio” (…) “Es el zumbido del tiempo/ en su gemido” (…)Es la nada del amor en el olvido” (El Olvido).
Encontrar la esencia de todo libro que se lee, no es fácil; en mi caso, siempre trato de coger verdad y belleza, el resto lo dejó como simple hojarasca que no tiene significado.   
Francisco León en “La poesía, rúbrica de nuestro paso por el mundo”, (Prólogo, que escribe para el libro?; dice, la poesía de María Delfina Santana “es fruto del dolor, producto de una pérdida que, aunque nada puede suplir, le mostró una vía, la posibilidad de situar dicho dolor en otra dimensión: en la de la esperanza mística, en un más allá anhelando y que finalmente brinda consuelo”. (“¿Dónde está ella, donde están ellos?/ ¿Quizá en el infinito/ de las nubes bordadas con/ hilos de oro?/ ¿En la patria celestial/ o en el crepúsculo triste?/ Solo Dios sabe, a dónde/ nos lleva la muerte”.- (A la muerte).
En el poema titulado “Soy”, p.25), dice: (“Soy la guitarra que canta en el silencio./ Soy el alma que canta su tristeza/ Soy la paz que gana la guerra/ Soy el corazón que late aun no/ sintiendo su latido./ Soy el ser que cumple su destino/ Soy la alegría que se da fuerzas para/ seguir viviendo” (…) “Soy la alegría de los tristes” (…) “Soy la poesía/ Soy la risa mezclada con el llanto/ Y a veces soy la canción que queda en el silencio”.
Hay que leer este libro, en él encontraran hablando a su silencio: (“Somos dos senderos/ recorridos./ Somos dos mundos/ vividos y/ diferentes./ Somos dos crepúsculos/ que el Sol quiere esconder./ Sin embargo quisiera/ resplandecer como el día./ Somos dos ríos tormentosos/ y cálidos/ que van paralelos sin saber/ si juntarse./ Somos el sol y la luna/ que se necesitan en una/ noche tormentosa/ sin embargo, quieren/ encontrar su/ destino final”.- “Somos”).



NOTAS:

(1).-María Delfina Santana Guevara: Educadora, Poeta. Nació en Huancayo el 14 de agosto de 1949. Estudió (Primaria) en el C. E. Enma Luz Calle Vergara; la secundaria, en el Colegio Nuestra Señora del Rosario; y la superior en el Instituto Superior de Educación Física de Ayacucho. Tiene publicado: “Poemas y Misterios del Alma”; “Esencia de Vida”; “Poemas para ti”; “Expresiones de la Musa”; y los Trípticos “Inspiración de Poetas Huancainos” y “Cantos Andinos”.
(2).- “Encantamientos” de Teodoro J. Morales.

(3).-“Antología. Surcando Sentimientos Poética del valle del Mantaro” de María Delfina Santana Guevara. Arteidea grupo editorial, Primera edición, julio del 2015, 85 pp. Arte en carátula: Oleo de Oshca Tarazona.- “La Poesía. Rúbrica de nuestro paso por el mundo: Francisco León. Formato: 14.5 x 20.5 cm.

ADOLFO VIENRICH: SU PENSAMIENTO POLÍTICO EN ACCIÓN (Por Teodoro J. Morales)


ADOLFO VIENRICH: SU PENSAMIENTO 

POLÍTICO EN ACCIÓN

Por Teodoro J. Morales




El tiempo, es el mejor juez para todo. Los pueblos siempre están escribiendo su historia, en la realización de los mismos, con los hechos que generan con las acciones de sus hijos. Hay mucho que escribir, no todo está registrado en los libros que se han publicado; mucho vive guardado en la memoria colectiva del pueblo, y en documentos que se están amarillando en estantes viejos y olvidados, donde el polvo acumulando y el olvido, en más de las veces, borra toda huella de lo que se hizo.
En el Proceso Cultural de Tarma, uno de sus momentos más significativos, sin duda, es el que generó la Unión Nacional; esta agrupación nace en 1891, con el establecimiento del Comité Provincial, cuyo ciclo termina en 1908, con la muerte de Adolfo D. Vienrich. Tuvo una presencia de diecisiete años, en los que, desarrolló acciones tendientes a un cambio político social;  a más que, promovió el trabajo cultural, como medio de liberación de la persona, en el que la educación fue preocupación principal.
El programa de la Unión Nacional, dice que, “su objeto es agrupar a la juventud del Perú y a los hombres bien intencionados de la república, unificándoles en la aspiración de propósitos impersonales y eminentemente patrióticos. (…) “Hay que adaptarse al medio en que se nace, evolucionar, como lo requiere la sociedad en que se vive, marchar paralelamente con algo más terco y más fuerte que las teorías: los hechos”; y, hace un llamado: “unir a los hombres por el vínculo de las ideas, tender a la formación del espíritu nacional, fomentar verdadera solidaridad de intereses entre la costa y la sierra y convencer a los ciudadanos que el ataque a las garantías de un solo individuo implica amenaza contra el derecho de todos”.
La Unión Nacional en Tarma, distingue dos momentos: El primero (1891-1892), comprende desde el establecimiento de dicha agrupación (1891), al regreso de Vienrich a Tarma en 1892, para establecerse de manera definitiva en ella; y el segundo (1892-1908); o sea, del regreso de Vienrich a Tarma (1892), a su fallecimiento acaecido en 1908.
En el primer momento, Enrique H. Díaz da vida al movimiento y sienta las bases de él; y en el segundo,  Adolfo D. Vienrich, proyecta la acción de la agrupación, dándole una orientación política con contenido ideológico en su realización.
Con el regreso de Vienrich, se fortalece la agrupación. Díaz-Vienrich, formaron una visagra que permitió cohesionar un bloque monolítico de amplios sectores de la población que  permitió llegaran al Concejo Provincial en dos oportunidades (1897 y 1902); en esos momentos, consiguió no sólo una realización cultural en nuestro medio, sino que, impulsó la realización política de un ideal. Refiriéndose a la acción que cumplió, esta agrupación, se ha dicho que la campaña de estos mozos… abrió hondo surco en el espíritu de la colectividad tarmeña, “iluminando la inteligencian i fortaleciendo el carácter de la juventud i del pueblo”.
En el primer momento, se asume una concepción radicaloide anarco sindicalista, que es, la que dio sustentó a la Unión Nacional cuando se fundó, en el que, la palabra encendida y romántica de Manuel González Prada fue guía y brújula de lo que hizo; en el segundo, se asume una realización con mayor proyección dándosele una orientación ideológica política: el socialismo.
Adolfo Diego Vienrich De la Canal, nació en la ciudad de Lima, un 12 de noviembre de 1867. Este año se conmemora 150 años de su nacimiento. Sus padres, fueron: Concepción De la Canal García (tarmeña), y Adolfo Vienrich Bunter (alemán).
Sus primeros estudios los hizo en el Colegio Particular que dirigía la alsaciana Enriqueta Lund. De 1875 a 1878 estudió en el Colegio Nacional San Ramón de Tarma, y en 1884 continúa sus estudios en el Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe.
Concluido sus estudios secundarios, en 1885, ingresa a la Facultad de Ciencias de la Universidad Mayor de San Marcos, graduándose de Bachiller en Ciencias Naturales el 24 de marzo de 1888, con la Tesis “El Aliso Peruano”. Su diploma, lo obtuvo en 1896. Luego, siguió estudios en la Escuela de Medicina, durante cuatro años, los que los abandono, dejando inconcluso esos estudios.
Vienrich, falleció en la ciudad de Tarma en 1908, a los 41 años de edad. 
Rafael M. Faura, refiriéndose a la etapa de su formación, dice “como estudiante, ganó con lucidez todos los grados escolares i más tarde los conocimientos profundos de la ciencia médica dedicándose, en seguida, al estudio amplio e infinito del saber, para conseguir su superioridad indiscutible”. Vienrich, fue reconocido en su tiempo como “hombre superior de nobles ideales, de avanzadas doctrinas”, persona sencilla; quien, en medio a una “aparente parquedad i retraimiento, era sensible á todo lo justo, lo noble i bueno”; vivió, para derramar “el germen del porvenir, creando una obra de paz, una obra de progreso, una escuela.
Él, tenía un concepto de ESCUELA, que no era aquel en el que era formado al pueblo, decía “La escuela… es la democracia en acción, es el gran instrumento de selección de la sociedad; es el medio más infalible para hacer resurgir el mérito, hacer brillar  el talento i hacer brotar para bien de la sociedad los recursos que ella ignora i que permanecen ocultos”; y en esa dimensión creció, en su realización, su pensamiento político, como camino de redención humana; bien dice Francisco Flores Chinarro Santa María, “A Vienrich, se le debe en gran parte ese despertar glorioso de la juventud i de la clase obrera de Tarma”.
Él, abogo por la clase obrera, vivió, para que no fuera postergada en sus derechos ni en sus aspiraciones. En el discurso que dio al inaugurarse la Escuela Nocturna, la primera en su género, establecida por los obreros tarmeños, Vienrich, dijo “A esta, acudirán los hijos de esta clase obrera tan calumniada i denigrada; de esta clase que con el sudor de su frente riega los campos i con su sangre fecunda la tierra de donde brotan la libertad, la justicia i el derecho” (…) con vuestra iniciativa particular vais á probar que vuestro cerebro no está atrofiado ni paralizada vuestra voluntad” (…) “Evolucionando con los hechos i revolucionando con las ideas llegaremos a  la meta, cuando germine el grano que derramamos en este suelo tarmeño, fecundo en iniciativas, merced a hombres superiores llenos de ideales que van á despertar la conciencia nacional”, y, “La escuela dará luz i cuando la luz ilumine, desaparecerán las tinieblas.
En la vida de este tarmeñista, distingo cuatro etapas: Primero.- El que corre del 12 de noviembre de 1867 (fecha de su nacimiento), a 1875 en él fue traído por sus padres a Tarma.- Segundo.- De 1875, a 1884 en el que viaja a Lima para concluir sus estudios secundarios en el Colegio de Nuestra Señora de Guadalupe.- Tercero.- De 1884, a 1892 en el que regresa a Tarma, para establecerse de manera definitiva en ella, luego de abandonar sus estudios de Medicina y, Cuarto.- De 1892, a 1908 fecha en el que falleció.
Las etapas más significativa de su vida, fue la tercera, y la cuarta. En la tercera, se afirma y define su personalidad intelectual, la que despierta en su etapa de estudiante sanmarquino. Gonzalo Espino, refiriéndose a este momento de su vida dice, en ella  “empieza la resolución de su conflicto de identidad al optar por el radicalismo”. Allí, empieza a darse el deslinde de un conflicto personal, el que lo lleva en definitiva a afirmar esa personalidad que le dio estatura histórica; y en la cuarta, se da su participación en la realización de su pensamiento político y cultural.
Él, nació para sembrar auroras y construir realidades de vida, era hombre de convicciones firmes, con claridad en sus propósitos. Era claro en sus planteamientos. Tenía una meta fijada, cambiar esa realidad deprimente de vida que se le daba al campesino, y trabajó para que se reconociera sus derechos al obrero.
En la vida de Vienrich, existes aspectos que hay que esclarecer, para explicar debidamente el accionar de vida de este exponente de la cultura peruana. Por ejemplo, hay determinar en qué momento regresa a Tarma para establecerse en ella de manera definitiva, ¿1892 o 1897? Fiona Wilson, y Gonzalo Espino, creen que regresó en 1897, motivado por la muerte de su padre,  acaecido el 20 de junio de dicho año; según ellos, eso, motivo a que abandone sus estudios de medicina y regrese a Tarma para hacerse cargo de la Farmacia, que tenía su padre. Esto, parece que tuviera sustento, pero no. Él, en verdad, regresó a Tarma en 1892. Los hechos ciertos de su vida, lo prueban: Él, optó el Grado de Bachiller en 1888; luego, siguió estudios de medicina durante cuatro años, los que abandonó en 1892, para regresar a Tarma.
Otro aspecto a esclarecer, es, determinar cuál fue el motivo por el que abandonó sus estudios de medicina en la Universidad de San Marcos. Manuel Baquerizo, en “La Conciencia de la Identidad de la Literatura de Costumbres de la Sierra Central”, p.34, cree que Manuel González Prada y Abelardo Gamarra fueron quienes “lo inducen a regresar a Tarma para escribir en torno a la región y probablemente, para difundir las ideas del partido radical; y, Allende Llavería,  cree, que abandonó sus estudios por un fracaso sentimental, el que lo sumió en un estado anímico que lo llevó a abandonarlo todo, y lo llevó a su muerte.
Vienrich, era una persona con alto nivel de cultura, con una formación intelectual (Política y Filosófica) como pocos de su momento, siendo así, no se admite que, una persona con alto nivel cultural y posición política definida, por hechos sentimentales y una decepción amorosa, pusiera (por si) fin a su vida. En definitiva, no se admite que un desengaño amoroso lo llevara a tomar una decisión extrema, poner fin a su vida.
Luego de revisar la vida de este intelectual, puedo afirmar: que, lo que determinó el abandono de sus estudios de medicina, responde a una decisión importante que tomó en su vida: asumir la realización del ideal y pensamiento político que tenía. Esa, fue la razón por la que regresó a Tarma, para iniciar la tarea de realización política que le permitiera gestar la revolución social que era necesaria para cambiar esa realidad deprimente en el que vivía el indio (léase campesino). Tenía claridad en sus propósitos: la reivindicación del indio en sus derechos de ser humano, y el de los obreros; y por decisión propia, asumió la defensa de esos derechos.
Sin embargo, nadie se interesó en estudiar la faceta más importante de su vida: la política. Todos trataron de ignorarla. Se ha dicho: Fue en Tarma donde la Unión Nacional dio el primer grito de guerra”; y que aquí, la palabra viril que arrojó como bandera de lucha, a la juventud i al pueblo, resonó contra el oscurantismo.
Rafael M. Faura, refiriéndose a la labor de magisterio que realizó en el trabajo político,                                                                                                                                                                                                     dice: “como maestro, fundó, acá (en Tarma) la escuela del radicalismo, dio conferencias, frecuentes lecciones múltiples, al alcance i penetración de sus discípulos, quienes hicieron la profesión de su fe, al recibir el óleo de su ideas i propagando las mismas que avanzan con el siglo”; y,  Francisco Flores Chinarro Santa María, concluye indicando que, a él, “se le debe en gran parte ese despertar glorioso de la juventud i de la clase obrera de Tarma”.                                                                                            
En verdad, a la final, todos terminaron reconociendo la calidad humana, y la riqueza intelectual de este intelectual; pero, pocos entendieron, que, en esa entrega de vida había un ideal político que se realizaba, tratando de hacer realidad, aquellas “ansiadas reivindicaciones sociales” que se abrigaba en el espíritu de los desheredados. Vienrich: en Tarma, fue el ideólogo político de su tiempo. Había nacido para ser “conductor de almas”, para propagar con sus ideas un nuevo pensamiento político, con  las vitalidades i esperanzas de las nuevas ideas que asomaban en el mundo. Alberto Secada, ubicando ese accionar, dice “En pequeño, dentro el medio en que se vio obligado á actuar, sintió la neurosis del apostolado, esa dulce i consoladora excitabilidad del espíritu que nos obliga a luchar por la ventura de todos.
Han pasado tantos años del fallecimiento de este tarmeñista, y, se hace necesario deslindar muchos aspectos en cuanto a la vida y obra de Vienrich, y en cuanto al accionar de la Unión Nacional en Tarma. Se han hecho planteamientos que no corresponden a la verdad histórica; así, por ejemplo: No comparto el punto de vista de Manuel J. Baquerizo, cuando dice: “Los ideales que animaba a este Comité Provincial (de la Unión Nacional) eran de tipo radical y anarco sindicalista, con  vagos asomos al socialismo”.
En la exposición realizada, de mi parte, distingo dos momentos en la actuación del Comité Provincial de la Unión Nacional de Tarma. La primera, que va de su establecimiento en 1891 hasta el regreso de Vienrich en 1892; y el segundo, que corre desde el regreso de Vienrich hasta su muerte, acaecida en 1908. En el primer momento, el de Enrique H. Díaz, se trabajó para establecer la Unión Nacional en Tarma y darle una militancia; en esta etapa, claro que, la agrupación “era de tipo radical y anarco sindicalista”; pero, en el segundo momento, el de Vienrich, toma una proyección mayor a la que tuvo inicialmente la agrupación. Vienrich, le da una concepción ideológica: el socialismo; eso explica, por qué en 1906 se funda el “Centro Socialista “Primero de Mayo”.
José Castillo Atencio, en discurso que dio el primero de mayo de 1902, se refiere a la acción del socialismo en el movimiento obrero mundial, dice que en muchas “partes del mundo, la clase obrera ha venido estableciendo colectividades poderosas, para dar impulso a los combatientes en la lucha injusta del fuerte contra el débil; y no deben seros desconocidos los crímenes de lesa humanidad que se perpetúan en los países llamados civilizados, ahí donde se procura de un modo implacable ahogar en su propia sangre al agobiado pueblo”.
Había clara conciencia de lo que significaba la lucha de clases. Castillo Atencio, dice: “Prudhom es, en Francia, conducido al banco de los acusados y se alza triunfante; Tolstoy y Kropotikine son desterrados de Rusia; más sus doctrinas se extienden y profundizan en el corazón de la monarquía más despótica. Max Nordan, en Alemania, rompe el velo de la aparente civilización, y con elocuencia enérgico y valiente, nos muestra las mentiras; Ferri y Margall, ese hombre ideal y práctico al mismo tiempo, coloso y defensor de la verdad y de la justicia, desciende a la tumba legando a la juventud un arma con que derribar, en no lejano tiempo la carcomida monarquía española”. No fueros ilusiones ilusas las de esos luchadores sociales, había convicción revolucionaria; por eso, dice: “Todos estos espíritus fecundos y privilegiados no sólo constituyen las glorias de su patria, sino el orgullo de los proletarios del mundo, de quienes fueron y son abnegados defensores” (Germinal” – Órgano del Partido Radical del Perú. Año III. Lima, mayo 1902).
Eso, en verdad, agudizo las contradicciones, y trajo como consecuencia que el poder de los terratenientes de ese momento urdieran el asesinato de Enrique Herr y Adolfo Vienrich. Los que tenían el poder económico y ejercían el poder político, buscaron por todos los medios impedir la acción política de la Unión Nacional de Tarma, que no siguiera propagando su ideario, y, para silenciarlo, tramaron la muerte de los principales líderes que impulsaban el movimiento.
La vida y obra de Vienrich, en mucho, aún, está por escribirse. Gonzalo Espino Réluce, Pedro Díaz Ortiz y Joaquín Ferrer Broncano, con sus estudios e  investigaciones realizadas, han esclarecido muchos aspectos importantes de la vida y de la acción cultural de este tarmeñista, pero, hay mucho universo al que no se ha ingresado.
Para concluir esta exposición, hecha de mi parte, quiero indicar que, con la investigación que realizo, he conseguido establecer, lo siguiente:

1°.- La Unión Nacional, en Tarma tuvo una presencia de diecisiete años, en el que, desarrollo acciones tendientes a un  cambio político social, a más que promovió el trabajo cultural, como medio de  liberación.

2°.- La Unión Nacional, en Tarma, distingue dos momentos: El primero de 1891 a 1892, que podría denominarse momento de Enrique H. Díaz; y el segundo de 1892 a 1908), que podríamos denominar momento de Adolfo  Vienrich.


Thursday, February 1, 2018

LEONCIO BUENO: AL PIE DE LA HISTORIA CON SU PALABRA (Por Teodoro J. Morales)


LEONCIO BUENO: AL PIE DE LA HISTORIA CON SU PALABRA


Por Teodoro J. Morales




Leoncio Bueno Barrantes (1), no es un desconocido en el mundo cultural. Con trabajo y consecuencia ganó un lugar merecido en la Historia Cultural del Perú.
En la vida de Leoncio Bueno, se tiene momentos que marcan su existencia: “es hijo, de cholo italocajamarquino y negra amorosa de cañaveral”. Eloy Jaúrequi dice “toda su vida fue un sindicalista, un luchador social y un periodista insobornable” (…) “pero, sobre todas las cosas, un poeta”.
Su vida siempre fue activa: empieza trabajando como peón agrícola. En 1934 se afilia a la Federación Aprista Juvenil.  Al cumplir 15 años, le dijo a su mamá “ que tenía que ir a Lima por qué quería ser escritor”, y así fue .En 1939, llega a Lima, trabaja como peón en la construcción y en una fábrica de tejidos. En 1941 ingresa al sindicalismo.
En Lima, vivió en Comas hasta 1975, luego se estableció en Tablada de Lurín, en Villa María del triunfo, donde vive actualmente con su esposa Blanca Rojas, con la que tiene diez hijos.
La vida lo curtió, y lo hizo hombre. En 1948 sufrió prisión por seis meses en El Sexto; y en 1952, fue condenado a cuatro años de prisión e internado en El Frontón, donde escribió “Cuadernos de un Condenado” y “Al pie del Yunque”.
En Lima se vinculó a poetas como Emilio Adolfo Westphalen, Xavier Abril, Rafael Méndez Dorich y César Moro, con quienes fundó el Grupo Obrero Marxista. Luego (el 7 de Julio de 1956) junto a Víctor Mazzi Trujillo, José Guerra Peñaloza Carlos Loayza, Eliseo García funda el Grupo Intelectual Primero de Mayo (GIPM), su participación en esta agrupación, define su quehacer y marca la historia de su vida en el quehacer cultural,  publicando los Cuadernos “Prólogo del Alba”(1957), y, “Nacimiento del Canto”(1957).
Nada le fue fácil en la vida: empezó desde el oficio de peón con el que se ganó la vida, desde ahí se formó en la Escuela de la Vida, hasta alcanzar el sitial que ganó con duro trabajo con el correr de los años. En 1943, ingresa  a la militancia izquierdista  y al periodismo, y, “publica poemas y artículos en la revista “Hora del Hombre”. En 1948 abre su taller de baterías “El Túngar”, (es el nombre del burro de su abuela Ragnut, escrito al revés). En ese lugar, se reunía  con escritores, periodistas y jóvenes poetas. La realización de su vida, prueba que “la creación literaria puede tener lugar en distintos contextos y no es exclusiva del espacio académico”.
La misma vida lo hizo poeta, para que cantara el sentir de esos momentos que laceran el alma del ser humano.
En 1968 publica “Pastor de Truenos” (2). Hay que leer lo que escribe, para sentir palpitar a la vida con emociones que uno las siente verdaderas. Dice (“Porque quiero que broten mariposas/ y nazcan margaritas en las rocas,/ por eso,/ osadamente empino/ estos versos que aspiran/ a ser/ puentes de luz entre el canto y las batallas”.- Oriflama).
El que tuvo la suerte de tener una vida apacible, sin exigencia alguna; para él que, todo tiene color de rosa, es posible que al leer lo que escribe Leoncio Bueno, no sienta nada, porque todo eso le resultara ajeno. No todos escriben con sentir de vida, por lo mismo, eso, no existe para ellos. Esas emociones que golpean a diario, para el que tiene que ganarse la vida con duro trabajo, el que va poniendo/ compases a esos sentimientos suyos con su sudor y su sangre; no son todos, son pocos: uno de ellos, precisamente, es Leoncio Bueno.
La vida tiene un lenguaje áspero, que asusta: (“La encendí en las tormentas,/ la avivé en todas las hogueras,/ ¡Oh legiones perdidas al umbral de la historia!/ ¡Oh lidiador herido un lapso antes del alba!/ ¿Qué hachas no blandieron mis hondas rebeliones?/ ¿Qué tormentos infandos no arrostraron mis huesos?/ Me batí como un bravo leñador en el monte,/ me alisté con los hombres que han matado a la muerte./ Gemí, luché, morí… / Torné a nacer en un ciclón perpetuo”.-Peregrina).
Hay desenfado en la expresión, no creo; es el propio sentir del hombre ante las injusticias, con las que lo enfrenta la vida, de una u otra manera; eso, lo lleva a decir: (“Acaso,/¿ha de vivir tan sólo la ancha mierda?/ ¿Sólo tienen derecho los puercos a las lilas?/ ¿Es la peor desgracia, ser un  hombre,/ y entregarse a vivir verticalmente al pie del orbe?”. La vida duele, y él supo de esas cosas.
El hombre de seguro nunca dejará de ser ese monstruo vivo, que sin miramiento a nada se traga a su semejante. Así ha sido, y así será de seguro. No hay enmienda. (“desde el vientre del grumo y de la oruga,/ desde cuando latíamos inconscientes en el plancton,/ desde aquellas épocas inmemoriales del miedo,/ desde aquella noche insondable de los siglos”).-Fraternidad).
El pobre mortal ve pasar la suerte por su vera, pero ella le dice que no tiene derecho a conocerla, que tiene que seguir esperando el día de san blando, para ver si llega. (“él sabe solamente/ las tierras del patrón cultivar/ comer yucas y papas con ají,/ levantarse temprano, arar, arar, y arar…”- Ayer nos visito Ipanaque).
La inmensa humanidad, siempre pregunta: (“No hallaremos la forma/ de vivir para el canto”-Lontananza). Es el eterno sueño no realizado, el sinsabor que se traga siempre a la esperanza; eso, que lleva a decir a grito abierto (“Os llamo a galopar sobre los Andes/ montando los corceles robados a la luna/ os llamo con mi voz de lampa dura./ Clamo y proclamo/ desde el mendrugo arado en sobre asalto,/ desde el fusil sembrado a sangre y riego”). Es un canto que convoca a la lucha, a conquistar la dicha y la alegría.
Hay un vivir en la palabra, lo que se niega a todos: por eso,dice: (“¡Madres y esposas del mundo! --- “amamantad lobeznos y huracanes;/ haced de cada niño un hombre,/ de cada hombre un héroe o un poeta/ y salid de su brazo al encuentro del canto”.- Furente Océano). 
El poeta, tiene un sentir muy propio. Nació, y se encontró con una realidad que golpea a diario, lucho contra todo ese infortunio, nadó contra la corriente para llegar al puerto que él quería, y no al que otros querían, esos que lo manejan todo a su conveniencia. Dice: (“”Escribo, canto, clamo y proclamo,/ pero aún no suena/ mi escuálido quirquincho”. --- “Siembro, podo, barbecho. Siembro,/ vuelvo a podar, barbecho/ sin descanso, mas no veo/ crecer mi verdolaga”.- Rebuzno Propio).
El poeta, dice: (“¿No sientes cómo balan tus cabras en la inverna?/ ¿No ves como llora tu hacha estremecida?/ ¡ya tus manos de yunque/ no tocarán su mango!/ Allí, en el rincón donde una tarde la pusiste,/ allí, se cubrirá de polvo y moho”. --- ¡Adiós, pastor de truenos!/ Vé, a apacentar sin tregua/ tus rebaños de estrellas en el cielo.”).
Quizá para muchos todo este resulte insultante, y poco reverente; claro cuando uno no ha vivido de cara con la injusticia, no ha padecido esos terribles maltratos que la vida infringe y hace infeliz, no tendrá significado.
La riqueza cultural de la que es dueño (Leoncio Bueno) la ganó con duro trabajo, se autoformo, es un autodidacta. Roland Forgues, refiriéndose a él, dice: “El medio intelectual limeño, tan complicado y celoso, lo ha ninguneado. Bueno dice “No hago poemas perfectos” (…) “Más que en el ego, mi fuerza está en el eros. No soy exquisito, ni soy un cazador de figuras, tampoco busco una tonada. Soy un hombre que trata de exponer su cólera, su inconformidad con el  mundo”. En su obra escrita y publicada, funda un estilo, el suyo: donde el humor y la ironía no está ausente. Impregna sus versos de un lenguaje popular, lejos de un afectado afán esteticista”… En su poesía “destaca la crítica social. Da voz al campesino, al obrero y al migrante” En “La Guerra de los Runas”, dice Eloy Jaúregui: “Este canto nacional sentó las bases de una estética que luego estalló con toda su vibración” (…) “devino el fundador de una poética del desarraigado y de la esperanza”(3). 
Ha publicado, los siguientes libros: “Al Pie del Yunque” (1966); “Pastor de Truenos” (1968); “Invasión Poderosa” (1970); “Rebuzno Propio” (1976); “La dicha de los dinamiteros” (1976);  “La Guerra de los Runas” (1980); “Cantos al Sol de Cieneguilla”(2014). En ediciones artesanales, se dice que publicó veinte libros: “Los últimos días de la ira” (1990); “Hijo de Golondrino” (autobiografía); “Memorias de mi desnudez” (2014); y se menciona “Improntus Trémulos”.
Su obra literaria, lo hizo merecedor de muchas distinciones: “Rebuzno Propio” (4) “Es la partida de un nuevo lenguaje, de un nuevo acierto personal”, por ese libro recibió mención honrosa en el Premio   Nacional de Poesía en 1973, y, Mención Honrosa en el Premio Casa de las Américas (Cuba) en 1975. El 22 de abril del 2016 recibió el Premio Casa de la Literatura Peruana, en reconocimiento a su trayectoria y/a su poesía; y señala que: “El discurso lírico que elabora es autodidacta, que, en su poesía no solo se reconoce su voz de protesta por el obrero rechazado y olvidado de los años 50, sino también su voluntad de autoformación en el mundo de la literatura”.


La ironía, es algo que se va perdiendo en la poesía peruana; algo del que, Leoncio Bueno hace gala. Dice (“¡Qué macanuda vida sentirse en tierra extraña/ Echarse por las calles donde nadie nos conoce/ un extranjero muca caído del guayabo/ preguntando abobado por calles y boliches,/ perdido entre la turbamulta,/ abriendo la bocaza ante los edificios momios”.- Ragnut en el Extranjero”). La vida enseña a verla con  ironía, a no desfallecer ni arrojar la toalla. El poeta, dice: (“fue mi primer amigo/ y, también mi maestro”. --- “De él aprendí a trabajar, como un burro,/ a respingar como un burro,/ y a enamorarme como un burro”.- Asno Rayado”).
Leoncio Bueno, motivado por el Premio que se le otorgó, dijo: “Mi poesía revela lo que soy. Soy un hombre de tercer mundo. Soy un hombre que trata de exponer su cólera, su inconformidad con el mundo, su civilización y su propia especie, que destruye no solo para sobrevivir, sino para ejercer la dominación y el enriquecimiento desmesurado de una minoría impuesta”. En definitiva puedo decir, nació para que el dolor del mundo se expresara en su palabra, en definitiva, es la voz de los desposeídos.



NOTAS:

(1).-Leoncio Bulmaro Bueno Barrantes nació el 02 de Enero de 1920  en la Hacienda “La Constancia (distrito de Chocope, Departamento de La Libertad). Hijo de Wulmar de Leoncio Donador Bueno Tello y Sara Barrantes Matos. Contrajo matrimonio con Avelina Román Pimentel, con la que tuvo tres hijos (Víctor Leoncio, Alejandro y Santa Rosa).
(2).-“Pastor de Truenos”. De Leoncio Bueno. Ediciones Tungar, 76 pp. Se terminó de imprimir el 29 de Mayo de 1968. Formato: 14.5 x 21 cm.
(3).- “Leoncio Bueno: Soldado viejo” por Eloy Jaúrequi. El Comercio.     

(4).- “Rebuzno Propio” de Leoncio Bueno. Ediciones arte/reda. Primera edición, julio 1976,85 pp. Formato: 14 x 21 cm.

HELMER TUTOS: UN VIAJE POR UN UNIVERSO QUE QUIERE HABLAR (Por Teodoro J. Morales)


HELMER TUTOS: UN VIAJE POR UN

 UNIVERSO QUE QUIERE HABLAR


Por Teodoro J. Morales



La poesía, es una eterna viajera que visita pueblos y ciudades sin importar donde se encuentre, no está quieta, siempre está buscando a la soledad en todas sus moradas y, termina descubriendo encantos en sus más bellos misterios, con ellos se solaza con cantos de amor o testimonios humanos en los que descubre verdades de este universo que habitamos.

Tú naces así de pronto entre las hojas,
Yo muero mientras tanto entre mi gente;
A veces te quedas entre apuntes,
Junto a la agenda o el diario de poeta…

Es la voz del poeta Helmes Tutos Aranda (1), en “Bosque de Neblinas” (2) el que habla, libro de poesía, nacido en esa enmarañada selva que está por descubrirse. Dice: “Tengo un  canto indescriptible en mi alma / y un grito desesperado de amor”.
El libro hay que leerlo como un todo, para encontrar una filosofía de vida, y esa concepción que orienta y genera el acto de creación literaria. Hay toda una propuesta, valiosa por cierto.
Empezaré señalando, en el libro encuentro al amor en una realidad nueva, moviéndose entre bosques y neblinas, hasta consubstanciarse con todo lo que existe en ello. El poeta dice:

Si alguna vez no volviera pronto
(Es que…)
¡A buscarte he ido!
Y tú no deberías de llorar.

Azalea, es la musa, la que da sustento al acto creador; en ella, la poesía se .ha encarnado; une esa expresión de un mundo cuya existencia se intuye, con una realidad concreta que duele y asusta.

Su puerta de color crema
Siempre está abierta
 Sin embargo yo siempre
Tengo que huir cargando
Mis sueños a otro sitio,
Temiendo que los cuervos
Me saquen los ojos
Para no ver lo que estoy mirando.

En ese tránsito de vida, encuentra al silencio como habitante de una selva impenetrada, y termina transfigurándose en cualquiera de esos seres que lo habitan, y habla. (“Hoy no tengo prisa en el camino / Pero tampoco quiero que el sol me deje”). Trata de compenetrarse con ese lenguaje extraño que vive entre la espesura de árboles y hojas, aguajes y cochas; donde abundan los shapajas cashpi chagllas, chambiras, huicungos, pashacos y anantoiws, y donde viven yagunturos, huamataros, congompes, musmuquis, tariucayas y Manitzis; si bien no alcanza hacerlo a plenitud, hay algo que no se puede negar, hay un asomo a ese universo del que  naciera un día una nueva expresión que descubrirá ese mundo fantástico y misterioso, que duerme sin que traten de tomarlo como leit motiv, por no tener los medios expresivos para hacerlo.

MONOCANTO
Silencio       
Que no grama,
Silencio
Que no trota.
MONOCANTO
Huésped
Y delirio
En la eternidad
Ausente…

Es posible que muchos al leer el libro pasen de frente como por un camino desierto sin encontrar nada; quizá apenas adviertan que por ahí se cruza un animal extraño o asome un pedazo de naturaleza verde y florida, y nada más; al leer el libro hay que ingresar a ese universo en el que asoma algo realmente desconocido, y se develaran misterios y secretos.

Cuando duermo,
(entre sueños)
Vero tu rostro…
Tu imagen triste.

La vida tiene infinidad de formas para manifestarse; a veces la buscamos partiendo de rígidos patrones de comprensión y entendimiento, aquellos que impuso la cultura occidental, extraños a este mundo infranqueable, al que no se consigue penetrar más allá de lo que debiera con una concepción ajena que lo impide, y no lograse proyectar más allá de lo que los ojos ven.

Miro al río
Y me acuerdo de tu nombre
Miro a los cerros
Y me acuerdo de tus sueños.

Arquedas descubrió el alma andina, que se mantuvo impenetrada durante siglos. Helmer Tutos Aranda, intenta descubrir otro universo, distinto, que permanece casi virgen, al que ya asomó Gotardo Cervantes Mendivíl; al parecer, muchos otros intentarán vencer los obstáculos que se anteponen, creados  no sólo por el lenguaje y una concepción occidental, sin principalmente por mil prejuicios creados por una pretendida “raza superior”; cuando lo hagan, alcanzarán vencer lo incomunicación que se hubo dado. (“Esto es parte de una larga vida / Como buscando en el libro / la página perdida…) No obstante cuando me despierto / de a de veras / (de ese sueño casi eterno / me doy cuenta que ya no vivo / como los cantores que cantan a la vida, / sino sólo como un hombre / que camina solo en la verdad / buscando la salida y el final”).

Volvamos a las cumbres
A las quebradas, al comienzo mismo
De mi vida
Donde las hojarascas
Nuevos vuelos tendrán y yo
(quizás)
Ya no vea el fin del otoño
(extraña musa)
Que me cubrirá de olvido.

Hasta el olvido termina por ser nada entre todos esos elementos de universo y vida, y se hace eterno lo vivido.
                        
Cuando la tarde cae
A tu ventana
En la mía llega
La tristeza.
Yo soy el poeta de las mil
Soledades
Tú mi canto que nunca
Muere, ¡jamás!

Las soledades viajan como el viento, sacuden las ramas de los árboles, o el dese4o de vivir de muchos. Nadie es ajeno a esta quietud donde un rumor extraño hace crujir las hojas de todo ser vivo. Hay una confesión que hace –el poeta, a la musa que le da una razón de oficio, y dice:

Cuando llueva en la madrugada
Acuérdate de mi nombre
Y piensa que somos
Como esas gotas de agua
Tirando siempre al río
(perdiéndose en el mar).

En el poema “Patria Amazónica” se apertura algo realmente valioso, en el fluye un lenguaje que descubre con sus giros novedosos de expresión, con el que se descubre una realidad propia que vive y respira ene se universo de una selva exótica, que trata de comunicarse con la civilización toda. César Gamarra con “El canto del Pitsitsiroiti” (1993), intentó hacerlo. Helmer Tutos, tiene que insistir  y profundizar este trabajo, por ahí vendrán los logros. “Patria Amazónica”, e s un poema auroral para la poesía de la Selva Central.

Tm tam tam tam tam
Suenan los tambores…

Tya tya  tya
Hay disparos de escopeta

Los ashaninkas
Se van a la guerra…

Los ashaninkas
Están cazando en el monte.

Yoooo, yoooo
Ruge el tigre Impokiroma,
El tigre estrella
Que vino del cielo.

Mientras tanto
Pirem, pirem, pirem
Se mueven tranquilas
Las aguas del Pirintoki.

Jaam, chaaa, chaaa
Brama el Yanapuma
Entre los carrizales y los vilanos.
Ooo, ooo,  ooo
Vocean los hombres de miedo
Mientras que sus mujeres
Iji, iji, iji
Se rien disumuladamente.

Peta, peta, peta, peta
Están volando las palomas

Jojojo, jojojo
Grita el halcón.

Eeee, eeee
Llama el oso

Cheyi, cheyi, cheyi
Cantan las golondrinas.

Llueve en la noche…
Jeee chee, jeee chee
Hende el rayo en el cielo

En medio de la penumbra
Jejee, jejee
Se ríe el cerro.

Maco, maco, maco, maco
Comienzan a crecer los ríos.

Morec, morec
Alumbran los relámpagos

Shii, shii, shii
Las hormigas quieren hablar…
               
Sheroc, sheroc, sheroc
Alguien baja de los cerros

Ishanga, Junco, Lupuna
Ya está amaneciendo

Jojaa, jojaa, jojaa
Sisea el papagayo

Tancorec
Salta el venado

Metoc, metoc
Se caye el SWhimiro

Ovivivi, ovivivi
Palmotea el halcón

Aguaje, Moena, Yacu – ojé
Los chitonahuas nos aguardan
 Los Kugapakori ocultan el Paititi

Sapoc, sapoc
Alza el vuelo el Pinsha

Joo, joo, joo
Hablan los paucares

Tac, tac,  tac,
Los arqueros disparan sus flechas.

Luego de la lectura del libro, puedo decir, que, en él se descubre dos momentos de intensidad distinta: En una, un querer develar aquella realidad que vive oculta entre espesuras de bosques y neblinas, donde la vida respira, latiendo al unisono del tiempo. Ese universo  es variado y novedoso. (“Por la quinina o cascarilla, / por la canela, la zarzaparrilla y otras especies, / por la pesca salada, los huevos de tortuga / y la manteca de vaca marina; / por las resinas, la leche caspi / y las pieles de caimanes / por sus tierras, sus árboles / y sus fuentes petrolíferas”).

¿Y la tempestad?
Ah…de ella
Sólo quedan,
Algunas románticas
Gotas de la llovizna.

Helmer Tutos Aranda, con su poética, permite ingresar a otra dimensión de una realidad distinta, mundo maravilloso que está por descubrirse; al que, en lo narrativo, asomó Mario Villafranca Saravia en el libro “Satipo: Fantasía y Realidad” (1975); y en lo poético, César Gamarra en “El Canto del Pitsitsiroiti” (1993) y Gotardo Cervantes en “Chonta” (2002).

Con sus chozas en medio del bosque
Y sus Thomparis a raudo vuelo;

Con el Tamshi pendiendo de un árbol
Y su Ananto mas hermosa que nunca.

Con elintyoki jugando en el laberinto
Y su Manitzo mas terrible que el monte mismo.

Con su monstruo que traga: el kórinto
Y su Piri pin cargando den su Tharato.

Con el Curare en medio de la guerra
Y su Masato al final de cada contienda.

No se trata de solo un a naturaleza muerta, como algunos creen. “Bosque de Neblinas”, es un libro de poesía, por lo mismo mal se puede decir “no dice de que modo vive y trabaja ese hombre”. Si no se esta en la capacidad de leer un libro de poesía, hay que callar; y evitar aventurar apreciaciones que no corresponden.

Estamos esperando nuevos libros, que de seguro vendrán. En la selva amazónica hay todo un mundo por descubrir; universo del que poco se ha escrito porque aún no se encuentra el lenguaje que permita hacerlo, entretanto, Hermer Tutos Aranda es un precursor, entre otros.


NOTAS:

1.- Helmer Tutos Aranda, nació en Huancabamba (Oxapampa), en 1963. Estudió en la Universidad Inca Garcilaso de la Vega, de la que egresó de la Facultad de Educación.

2.- “Bosque de Neblinas” de Helmer Tutos Aranda, 88 pp. Arteidea Editores. Se imprimió en Abril del 2004 en los Talleres de la Imprenta Sánchez. Moquegua 416, Int. 5, Lima. Formato: 14.5 x 20.5 cm.