Sunday, September 17, 2017

ALGEMIRO PÉREZ CONTRERAS: EL DESPERTAR DE LA NUEVA POESÍA EN JUNÍN (Por Teodoro J. Morales)


ALGEMIRO PÉREZ CONTRERAS: EL 

DESPERTAR DE LA NUEVA POESÍA EN 

JUNÍN

Por Teodoro J. Morales



La poesía en el Departamento de Junín (Perú), tiene data antigua se remonta a una existencia que va más allá de una expresión escrita, podría decir que vivió en la expresión del mundo andino – en el mismo canto; bien Mazzi Trujillo, Víctor, dice “El canto es el latido creador de la poesía”.
En el ochocientos, de lo que se conoce, está inmersa en el folklore, pudiendo hablarse de una poesía costumbrista, pero, al fin, poesía. En esa expresión anterior “preponderaban los versos inspirados en la geografía física y social de la región. Para los autores, de estos tiempos, lo más importante en literatura era la identificación con la vida comunal y el terruño, la representación de la realidad, la transmisión del mensaje, y no la creación de un lenguaje literario. De allí que el idioma fuera pobre y desvaído. El aspecto artístico era completamente secundario. La belleza en sí misma, apenas si se intuía (1).
En su evolución, luego, presenta tantas propuestas de expresión (todas valederas, de acuerdo a su momento y a los recursos expresivos que se tiene); todo indica que, se vivió en una constante búsqueda de real expresión en este género.
La poesía, que se conoce del ochocientos y primera mitad del novecientos, ofrece una expresión provinciana con esas limitaciones tanto en la estructura formal como en la proyección de lo sustancial en cuanto a concepción de mundo.
Luego de haber revisado los testimonios poéticos que se dieron en el departamento, puedo afirmar: Algemiro Pérez Contreras (2) marca el inicio de una NUEVA POESÍA EN JUNÍN. El marca un antes y un después. La palabra asoma como creatividad literaria: (¡En qué, escudo o bandera, / en que árbol o cofre, / en que pájaro azul, / en que cielo de fé, / en que luna partida, / en que trozo de humanidad / habitará / el amor, amor?”).
El planteamiento poético que entrega, descubre la frescura, y ese despertar de real asombro; es algo que no se encuentra en la poética de los que lo antecedieron. Su expresión rompe los esquemas de una poesía tradicional, sale de aquellos moldes fríos sin imaginación y sin calor de vida. Para alcanzar el logro, claro que, ingresó por las puertas de la modernidad a un nuevo planteamiento de expresión, en el que la poesía se enriquece con nuevos giros que la técnica entrega como recursos (“Enferma estaba mi chola, /  mi chola se me moría; / dos, tres, veces canto el tuco, / miedo tuve de perderla.  (…) “Echando al tuco lisuras / ahuyéntelo del tejado, / Dos, tres veces cantó el tuco / y no amaneció el vecino”).
Manuel J. Baquerizo, dice “se puede sentir la voz de la sangre y de los antepasados, de la tierra y del ambiente; el regionalismo temático, lexicográfico y emotivo es visible en las estampas agrícolas y costumbristas, en los giros literarios locales, en los vocablos quechuas, en el sabor rural, y hasta en el sentimiento religioso y agorero”; e indica que, de esta vertiente “pasó rápidamente del cultivo de esta forma tradicional (de eminente carácter populista) a una poesía más elaborada e íntima, más intensamente subjetiva, y de gran rigor verbal” (3). La expresión de Algemiro no está reñida con una realización literaria auténtica, en ninguno de sus momentos; en el primero, recoge algo de una expresión propia de la cultura andina, y luego, se inserta en la expresión propia de la cultura occidental.         
El mundo mágico de superstición del mundo andino es rico y variado; el sufrimiento del hombre andino, se interioriza en su filosofía de vida. Esa lectura de hechos están como verdades eternas registradas en la memoria colectiva del pueblo. (“Los pajarillos trinando / se quitan de las alitas / toda su noche de cielos, / pero el cielo amanecido / nunca se nos va del todo, / nos deja siempre en el alba / mil andinelas dormidas”).
Alberto Chavarría Muñoz en “Una espiga ardiente en el corazón de Algemiro Pérez Contreras: Herida Innegable”, dice, fue “un lírico en esa pléyade de poetas combativos, antiimperialistas y de estirpe proletaria”; y que, “un ambiente polémico, hiriente y de definiciones, fue el que conoció”. La vida no le fue fácil, no lo es para nadie.  Nació, creció y vivió en un mundo lleno de conflictos, en el que consiguió afirmar con entereza una personalidad que le permite seguir viviendo.
Su obra es un todo, y en ella lo encontramos a él hablando de lo que le toco vivir. Dice (“Estoy en todo lo que existe,/ amor, de amor hablando./ Estoy en todo lo que miras./ En todo lo que tocas/ tu mano me da en el corazón./ Ámame en el agua, hilacha de cielo;/ ámame en la luz, hilacha de fuego:/ ámame en el viento, musical hilacha./ Estoy en todo lo que tocas/ tu mano me da en el corazón./ En todo lo tocado/ mi corazón tu nombre escribe”).
Fue dueño de un espíritu romántico. Amo la vida como pocos, le rindió homenaje, tanto que terminó entregándole la suya… (“Toda mi juventud la llevas tú./ Toda mi juventud va contigo./ Hermosamente me transportas/ De la nada a la más nada y te  bendigo/ mensajera, adorable mensajera”). Estaba tan compenetrado con su destino, que, como sabiendo de lo que le  esperaba, dice: (“sabed hermanos amigos compañeros/ aquí dejo la forma de mi voz/ amadla si queréis” (…) “yo solamente os digo/ mi voz es la de ustedes”).
En “Kamaq Maki” N° 1 de Enero –Marzo de 1988, p.8, se publican seis poemas de ANDINELAS, libro inédito que dejó. Hay necesidad que se publique el libro completo.
La temática, de este libro, es la realidad andina, asomando en su realización de vida; es el canto a la mujer andina. Ese sentimiento aflora con la dulzura, que ese milagro le pone a cada cosa. (“Cinco noches te he buscado / gastándome cinco lunas / por la luz de tu carita).
La vida es una eterna búsqueda, de ella misma. En cada momento de su realización asoma ese  milagro con hechos que enternecen y emocionan. Todo lo que ella entrega es como una bendición, como un justo premio a la constancia y al esfuerzo por llegar a la meta que todos tienen. Es el fruto que se recoge, como justo premio de lo que es querido (“¡…dime cuándo, / sobre tus senos maduros / ha de dormir mi canto, / con su mensaje de trigo?”).
Esa eterna búsqueda del contenido de vida, lo da el amor; ese sentimiento sublime, es energía que mueve todo; el que le pone música a la expresión del hombre.
El poeta remonta su expresión a esa profundidad: el tiempo, en el que la palabra se consubstancia con el canto popular: el huayno. El mundo andino, aún no ha sido rescatado en la profundidad de su propia cultura; pero existen testimonios, en el que se hace manifiesta esa preocupación por darle un sello personal a la expresión. (“Desde mis ojos te espero, / Andinela / de alma andina, / como sonrisa del Ande, / viento o suspiro helado, / sobre mi voz y mi canto / quiero que tú me llegues”).
El amor es el bien preciado, la panacea de felicidad; ello llevó a una constante búsqueda de formas para la expresión, y las imágenes nacieron y patentaron el sentimiento del pueblo.  La naturaleza y su embrujo, siempre esta como marco. Se puede decir muchas cosas; pero el verdadero corazón de la poesía, es el amor como razón de vida. Ese sentimiento puro es el que construye universos; aquella fuerza pertinaz es esencia de lo que existe como naturaleza viva o como naturaleza muerta. No todos entienden el real significado de la palabra, y la función que tiene. La grandeza del poeta es transfigurar la vida y los hechos en su expresión, dar magia a su palabra, para hacer hablar hasta al silencio. (“y ahora estás / más allá de mi sino / y de todos mis olvidos / resplandeciente / hiriéndome / en el tiempo y la memoria”).
Hay un concierto de vida, en el que asoma la naturaleza con todo lo que en ella existe. En el quehacer poético de Algemiro Pérez Contreras, se hace manifiesto una constante búsqueda de real expresión. “ANDINELAS”, parece que señala el principio de una voz personal; un estilo, en el que esta esa realidad con sabor a lo nuestro. (“En la insondable oscuridad / de tu mirada / veo mil senderos rojos, / no sé cuál de ellos tomar, / no sé cuál conduce a las raíces / de tu ser interno”).



NOTAS.

(1).- “La nueva poesía de Junín Algemiro Pérez Contreras: El Amor y su Expresión Poética”.- Manuel J. Baquerizo. Revista METÁFORA HUANCAYO 1, Abril-mayo 1991, p. 17.
(2).- Algemiro Pérez Contreras: Nació el 30 de diciembre de 1934. El 28 de julio de 1960 falleció, junto a 25 alumnos, en el accidente  de Ocros (Ayacucho), en el viaje que realizaba la Promoción del Colegio Nacional “Santa Isabel” de Huancayo con destino a la ciudad del Cusco. Estudió en la ahora Universidad Nacional de Educación “Guzmán y Valle” (La Cantuta). ejerció la docencia en al Gran Unidad Escolar “Santa Isabel” (Huancayo) a partir de 1958. Fue integrante del Grupo Intelectual Primero de Mayo. En 1957 con Antonio Gálvez Ronceros publicó la Revista Literaria “Diásfora”. En los Cuadernos “Prólogos del Alba” y “Nacimiento del Canto”, se publicó textos suyos; y, edito con Jaime Galarza Alcántara los Cuadernos “Formas de la Voz” y ”Honda Tierra”. Fundó y Dirigió la Revista “Antorcha Estudiantil”. Publicó: “Herida Innegable” (Chosica – 1957); “Biografía del Amor” (Huancayo – 1958).

(3).- “La nueva poesía de Junín Algemiro Pérez Contreras: El Amor y su Expresión Poética”.- Manuel J. Baquerizo. Revista METÁFORA HUANCAYO 1, Abril-mayo 1991, p19.

1 comment:


  1. teodoro j. morales, no tengo el gusto de conocerte personalmente, pero a través de tus comentarios en torno a la poca producción literaria dejada por algemiro donato, creo ver a un intelectual con profundo sentido crìtico, que sabe cpmpaginar la forma y el contenido humano , en la poesía de algemiro. Creo que algemiro sigue esperando el re conocimiento que se merece e n la poesía naciinal. C. J. Huatuco C.

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