LA HISTORIA DE LOS PUEBLOS MANSOS
(Comentario al libro "Mansabamba. La tierra de los mansos" de Jaime La Torre)
Escribe: Teodoro J. Morales
La Literatura, cuando asume
un trabajo responsable, es liberadora. Pocos son los libros que nacen con esa
orientación. Todos buscan ganar dinero; pero, no sembrar conciencia para una
debida realización social. “Mansabamba. La tierra de los mansos” (1) de Jaime
La Torre, sale de aquello a lo que se nos
acostumbró leer, en verdad, este ensayo narrativo, nos sorprende con su
planteamiento. Dimas Arrieta Espinoza, en el Prólogo que escribe para el libro,
lo registra como “cuento-fábula, cuyos personajes recogen las viejas andanzas
de los discursos literarios como la fábula”. Un registro poco común donde se
configuran representaciones de lo que hemos sido, o acaso seguimos siendo”.
El
siglo XXI, no es diferente a los anteriores, la corrupción y la injusticia
siempre estuvo presente en todos los pueblos y en todos los tiempos, claro
que, no en la dimensión que se tiene en
nuestros días; en el que, se agudizo de manera escandalosa, sin respeto a nada,
llevándola a niveles en el que llegó a
institucionalizarse, convirtiéndolo en el más grande problema que
afrontan todos los pueblos.
La
literatura vivió de espaldas, a la realidad que viven nuestros pueblos, fue
ajena a los álgidos problemas sociales que se sufre, no asumió el rol que
debía, al parecer, el temor y el miedo fue responsable de eso. Jaime La Torres,
para denunciar esa realidad de vida, que preocupa a todos, opta por el
cuento-fábula, convirtiéndolo en todo un nuevo género la narración, en él,
incorpora a los animales (toros, ovejas) como personaje de su obra, convirtiéndolos en protagonistas, con los que
denuncia una realidad de vida que se da en nuestros pueblos.
El
autor, como antesala, antes de iniciar su historia, consigna como epígrafe:
(“Ante una infamia es vil guardar silencio, / y es digno rebelarse y
combatirla”: Arturo Pérez- Reverte)”; y luego, rompe fuego.
La
historia habla de Mansabamba, un pueblo, cuyo nombre significa “tierra de los
mansos”. Los orígenes, de la desgracia que vive este pueblo, “provenía de esa mansedumbre milenaria” que
se heredó, y para justificarla cuenta
una leyenda, que “este pueblo de ovejas había sido, alguna vez, un pueblo de
hombres valientes; que la maldición de un poderoso y despiadado hechicero los
había convertido en mansas y temerosas ovejas”.; cuyo, “hechizo se esfumaría el
día que el temor abandonara ciertamente sus corazones y el miedo eterno fuera
reemplazado, al mismo tiempo, por una auténtica valentía”. La historia, relata
toda una historia, el pueblo sufría toda clase de abusos e injusticias, el que
termina obligándolo a enfrentar esa desgracia suya, rompiendo el hechizo; se
deja miedos y cobardías, enfrentándose con coraje y valentía a toda esa casta
que impuso el terror en el pueblo, el hechizo se deshizo y alumbro la luz de la
justicia.
Dimas
Arrieta, refiriéndose al ensayo narrativo de
Jaime La Torre, dice, es “un relato descarnado, duro, crítico y de mucha
convicción social con tal de corregir ciertos desórdenes”. En verdad, con él se
hace un llamado a todos, e insta a que se asuma un compromiso de saneamiento
social en nuestros pueblos para terminar con el abuso y la corrupción. En
definitiva, está en nosotros realizar esa tarea. El escritor, con su obra, denuncio el hecho, y señalo el camino que
corresponde seguirse.
NOTA.
(1).-Mansabamba. La tierras de los mansos. 1ra edición,
junio 2016.Ediciones Poiésis, 48 pp. Formato: 14 x 20.5 cm. Edición: Marcia
Morales Montesinos. Diagramación: Denys Aire Dávalos.-“Mansabamba, la tierra de
los mansos: Un cuento-fábula” (A manera de prólogo): Dimas Arrieta Espinoza.
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