ROBERTO ROSARIO VIDAL: LA MINA “SAN
VICENTE” EN LA MEMORIA DE LOS TIEMPOS
Por Teodoro J. Morales
La literatura,
no solo es valiosa en su expresión de belleza escrita, también es fuente
valiosa de información de conocimientos. En la creatividad va abriendo nuevos
caminos en la expresión literaria, con propuesta que nos acerca a la bella
verdad en la forma; y en el fondo entregando contenidos de vida, permitiendo
conocer lo que hemos sido y lo que
somos; digo esto, luego de leer “Lámparas
de Minero” (1) de Roberto Rosario
Vidal (2).
La
obra referida, es un libro de relatos, cuya temática gira en torno a la
existencia de la mina San Vicente (Vitoc-Chanchamayo). El título del libro,
hace pensar que trata de universos propios de la literatura oral; claro que, en
parte lo es; pero en mínima expresión, por ejemplo, hablando de Tarma encuentro
textos como “El tapado de Ucuchpa” y
“Guagapo, la gruta de llora”, los
que no pasan de ser simples bocetos. “La
creación”, es un texto interesante. “Salsipuedes”
tiene otra versión, pero, la que recoge Roberto Rosario enriquece ese universo.
La propuesta mayor es, la que habla de aspectos históricos de la selva central,
en momentos vivenciales que se hunde en el tiempo, rememorando hechos que hacen
parte de la historia del centro minero “San Vicente”.
El
autor del libro (Roberto Rosario Vidal), trabajo por un tiempo, en la mina San
Vicente; por lo visto, su presencia en la zona, no quedó en un simple ejercicio
de las labores propias que tenía como trabajador de la Empresa, sino que, como
escritor que es, recogió información que le permitiera conocer la realización
histórico social del lugar y termino escribiendo un libro interesante, por su
contenido.
El
libro hay que leerlo como un todo, no en las historias aisladas que tiene, así,
se podrá encontrar el valor que tiene; desde esa óptica, encuentro que: habla
de las incursiones de los españoles a la selva en su búsqueda de El Dorado, y de las expediciones
realizadas por los caciques aborígenes que querían conocer al “rey blanco”; y
nos enteramos que, una de las primeras expediciones de aborígenes a Lima, que
se conoce, es la que se registra en un Informe de 6 de julio de 1580, en
tiempos del virrey Hurtado de Mendoza; y que, el marqués de Cañete, en 1594, recibió la visita de cinco caciques
campas que fueron a pedirle religiosos para evangelizar la región. El virrey
atendiendo a ello, envió al sacerdote Juan Font, primer jesuita que piso
chanchamayo, región evangelizada hasta entonces por dominicos y franciscanos.
El
libro, también nos hace conocer que, en 1643, Pedro Bohórquez, con autorización
oficial, organizó una expedición compuesta por 36 españoles; y con ella, tomó
posesión de los asentamientos fronterizos de Sybuis, Collar y Pucara, alegando
que eran parte de su concesión e ingresó al cerro de la sal; y en esa travesía
al darse un desprendimiento de tierra, quedó al descubierto un gran yacimiento
mineral que resultó ser de plomo y otros minerales menores; al parecer, este sería
el antecedente histórico más antiguo que se tiene y se conoce de la mina San
Vicente.
También
en el libro, se habla de las haciendas que se fundaron en la zona: Hacienda “Santa Ana”, de Elías Gallegos; “Limonal”, de Wihem Grey; “Palmapata”, de Lizardo Santa María; “Mazuyacu”, de los Buquenhan; y, “La Esperanza”, de Juan
Iramátequi.
En
lo referente a la Mina San Vicente
en sí, se indica que en la década del setenta Jesús Arias Dávila en sociedad
con Alfonso Ballón Dasso, adquieren dicha mina de CENTROMÍN PERÚ, explotando de
la misma zinc de muy buena ley. Que Arias y Ballón, invirtieron capitales,
tecnificaron y la modernizaron, adquiriendo las más sofisticadas maquinarias, y
capacitaron a su personal para una mejor explotación del yacimiento; y que,.
Arias Dávila, en la última década del siglo pasado, adquirió las acciones de su
socio Alfonso Ballón Dasso,
convirtiéndose en único propietario de la mina.
El
libro ofrece una gama rica de historias, recogiendo temas de vivencias de los
pueblos de la selva central, los que son recreados literariamente.
NOTAS:
(1).- “Lámparas
de Minero”. Editorial San Marcos. 206 pp. Primera Edición 2006. Diseño de
Portada: Juan Retamozo. Composición de Interiores: Blanca Llanos. Formato: 14.5
x 20. 5 cm.
(2).- Roberto
Rosario Vidal. Nació el 3 de abril de 1948. Poeta y Narrador. Licenciado en
Derecho y Ciencias Políticas. Presidente, y Fundador de la “Asociación Peruana
de Literatura Infantil y Juvenil”(APLIJ). En el año 2002 junto con la escritora
uruguaya Sylvia Puentes de Oyenard y el escritor cubano Luis Cabrera Delgado
fundó “La Academia Latinoamericana de Literatura Infantil y Juvenil”. Entre sus
obras publicadas, tiene: “Inventario de
Iras” (poesía); “Corcel de Fuego”
(poesía); “Apocalipsis” (poesía); “Shica shica de Limón” (cuentos); “El Trotamundos” (cuentos); “La Villa Carmela” (cuentos); “El Tesoro de Kitakaiteri”; “La Conquista del Reino Enim”; “Los Sudacas”, entre otros. En 1984
obtuvo el Premio Nacional de Literatura Infantil.
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