Friday, March 3, 2017

WILLY DEL POZO: EN SU CONFLICTO DEL SER O NO SER (Comentario al libro "Pinceladas líricas de Willy del Pozo") Por Teodoro J. Morales


WILLY DEL POZO: EN SU CONFLICTO DEL SER O NO SER

Por Teodoro J. Morales


Tengo ante mí, un nuevo libro de poesía “El Retorno del Poeta” (1) de Willy del Pozo (2).
Para empezar, nació en Huamanga (Ayacucho) un 2 de abril de 1970. Estudió la primaria en el Colegio San Juan Bosco (Ayacucho), la secundaria en el Colegio San Agustín (Lima), y la superior en la Universidad de Cádiz (España) donde siguió estudios en Ciencias Económicas y Empresariales. Es autor de los siguientes libros: “Hablando del Amor” (1992); “Pinceladas Liricas” (1998); “La Revelación de la Palabra” (1999); “Trilogías” (relatos al desnudo -1996).
 “El Retorno del Poeta”, es un libro interesante, por el tema y la manera como lo plantea. El autor, en la “Introducción” del libro, refiriéndose a su realización como escritor, confiesa que, en sus muchos años de ausencia tuvo tiempo de sobra para poder confrontar su tierra de sufrimiento y pobreza, su mundo de inocencia y juventud, con las tierras del otro lado del océano, descubriendo sueños y redescubriéndose como un constante soñador. Es importante conocer esto; porque hace un deslinde, y fija una posición: (“y mi cuerpo vaga por los aires/ allá a lo lejos/ se oye una voz… que me grita: ¡patria!/ y despierta en mis recuerdos”) (…) “mis cantigas/ y quejidos/ dibujaron/ con pétalos de flor/ las grutas que/ enmarcaron/ mi camino”).
Muchos (a veces) dejan su tierra, su país, su realidad, y se desarraigan definitivamente de sus orígenes; es decir, no tuvieron una identidad como razón de vida. Eso no sucede con Willy del Pozo; si dejó Ayacucho para seguir estudios en Lima y luego en España, eso, no hizo a que negara sus raíces. Claro, no fue fácil (para él) asumir un  real compromiso de realización. Fueron dos mundos, dos realidades, las que se encuentran, del que nace todo un conflicto que busca resolver “dudas y conflictos”; de esa experiencia personal vivida, tratando de encontrar un camino a la verdad, nacen los temas de su poética. Ricardo Ayllón, dice: para conseguir aquello, el poeta “ha abordado gran parte de géneros literarios sin el menor prejuicio”; y que: “En ello reside (…) el secreto de sus bríos temáticos, la intensidad de sus mejores momentos liricos y la importancia de su aventura creativa”, para lo cual se ha permitido las mayores libertades plásticas.
Las palabras liminares que (el autor) pone a su libro, son importantes; en ellas encuentro la razón de ser de su poesía, aquello que lo transforma y transporta por los aires en el cuerpo de las aves y de los insectos, como un canto a la libertad y a los sueños. Ricardo Ayllón en “!El retorno del poeta o una alegoría lírica de la gaviota”, en un análisis que realiza de esa poética, partiendo de imágenes del libro, encuentra en ella “las figuras de la gaviota y el zancudo como la alegoría de dos personalidades habilitándolo”, dice, “La gaviota es el ser que hace del sujeto poético un volador permanente, un espíritu etéreo, ligero, que jamás dejará el vuelo que es lo intrínseco en el poeta (volar = crear); y el zancudo, es el volador local, aquel que le sirve a la hora de arribar a la tierra; el volador cuya presencia se corporiza solo cuando “se ha abierto una herida”, y así puede alcanzar (sorber) la sangre de su terruño”. Es cierto, pero, hay algo más profundo en esa expresión: una  realidad de vida que quiere hablar; aquel dilema del ser o no ser, que se trata de resolver, por eso, dice (“Quisiera ser como vos,/ rociar los campos con el sudor de mi cuerpo/ y cantar recostado sobre la tierra/ el número de pájaros que sobrevuelan el cielo/ o silbar, esa canción de cuna/ que te cantaba mamá/ y que nunca lograste aprender. (…) “Quisiera ser como vos,/ el poeta vagabundo, / el poeta inconforme,/ el poeta que el tiempo se tragó sin pensar”). Es ese conflicto vivencial que se desmadeja, se busca afirmar una identidad de vida.
En el libro encuentro dos instancias o momentos, unidos por un mismo cordón umbilical en un  absoluto. Hay un tema humano, en el que se ahonda la realidad vivida de un pueblo (Ayacucho). La impotencia de un dolor y rabia, sale en un grito inaudible e inaprensible en las imágenes del libro. Ese querer resolver el conflicto del ser o no ser, de darle verdad, de definir una personalidad a quien siendo no sabe si es o no es, es la preocupación del tema del libro: “Cuántos años sin verte,/ sin saber de Ti”. (…) “Pero, te estoy preguntando…/ ¿para qué has regresado? (…) “Aquí, aquí,/ ya no somos los mismos/ nos han cambiado pues,/ las tierras…nos las han quitado/ los ganados…nos los han matado/ los niños… nos los han llevado/ ¿Para qué has regresado pues,/ si ahora es bastante tarde ya? (…) “Pero eso si te digo/ que mi suerte, no es tu suerte/ que mi hambre, no es tu hambre,/ ¡Qué sabes Tú ahora/ si a tus hermanos les falta zapatos/ o si se ha muerto/ la hija de los Huamán o de los Quispe” (…) “¿Qué sabes Tú ahora!/ Mas mejor te digo/ que rabia tengo/ de haberte conocido” (…) “Regresa más bien a la ciudad,/ a la capital si quieres,/ regresa con tus nuevos hermanos,/ regresa con ellos para seguir tu vida.// Aquí, aquí/ ya no quedan nadies de los tuyos/ aquí, aquí/ ya no quedan flores que sembrar/ aquí, aquí/ ya no quedan  nadies para ti”. Hay una verdad dolorosa que grita y que habla. Hay que leer el libro como un todo, solo entonces se encontrara el mensaje, y el valor del mismo: (“yo soy quien soy/ aunque a veces/ soy mezquino y/ turbulento/ y por las noches/ me tiño de rojo/ y ya no creo/ en dios/ y ya no creo/ en el hombre” (…) “soy pero quizás/no soy/ resbalo peldaño/ a peldaño/ paseando ideales/ y cánticos húmedos/ cruzo valles/ y sueño con los desiertos/ ignoro y lloro/ por la razón y el cielo/ ahogo y arrebato/ los cuerpos y los huertos” (…) “rebelde golpeo/ contra el rencor/ y el fuego/ y en medio de la soledad/ sofoco mi silencio/ y siento en mis entrañas/ el sudor fluir/ cuando palpita en/ mis plumas/ el sonido de una/ nueva voz/ de un nuevo hijo/ que vuelve a nacer”.
 “El retorno del poeta, es un libro interesante, por la manera como plantea y desarrolla el tema que trata, y por el mensaje que encierra (“y cántale a los/ hombres/ que sordos están/ de tantos gritos”); y bien, el poeta cierra su discurso, diciendo: (“comencé a pintarle cuadros a la vida, enterré algunas palabras y algunos recuerdos”), de todo ello nació la luz que proyecta e ilumina.


NOTAS:

(1).- “El Retorno del Poeta”. 78 pp. Ediciones Altazor. 1ra. Edición: Mayo 2008. Diseño de Colección: Gustavo R.Q. Diagramación: Liliana Bray.Portada: Lirismo púrpura de Francesco Policastro. Contraportada: Poema: de Francesco Policastro. Se terminó de imprimir el 10 de noviembre de 2004. Formato:  13 x 20 cm.

(2).- José Wilfredo del Pozo Alarcón.  Nació en Ayacucho (Perú) el 2 de abril de 1970. Usa los seudónimos de Karl Oharal y Abril Alonso. Director de Ediciones Altazor. Ha publicado: “Hablando del Amor” (El Puerto de Santa María, 1992); “El retorno del Poeta” (Cádiz, 1997); “Pinceladas Líricas” (El Puerto de Santa María, 1998); “La revelación de la palabra” (Lima, 1999) y “Trilogías” ( relatos al desnudo  Cádiz, 1996).


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